miércoles, 28 de enero de 2009

Buen gusto y sentido común

Para crear cualquier tipo de obra, por encima de todo, hay que tener dos cosas: buen gusto y sentido común.

Buen gusto para concebirla, y sentido común para realizarla.

lunes, 26 de enero de 2009

Devil May Cry 4




Francamente, estas imágenes hacen que no echemos de menos a Dante... ¿para cuándo la película?
Y yo que pensaba hasta ahora que el mejor Devil May Cry era el 2... ingenuo.

Actuar

El otro día mantuve un diálogo con una persona que a continuación transcribo con toda la fidelidad que mi memoria me permite:

ÉL: ¿Por qué dejaste la interpretación?

YO: Por varias razones, aunque puede que la fundamental sea que soy el peor actor que haya conocido el mundo desde Jeff Glodblum.

ÉL: No será para tanto. Conozco actores tremendamente malos que se siguen dedicando a ello.

YO: No tendrán ni dignidad ni amor propio... ni vergüenza.

ÉL: Claro, en eso consiste la profesión de actuar, ¿no?

Y mira por dónde, semejante chorrada me hizo reflexionar. Sí, ya sé, yo veo un perro meando en una palmera y reflexiono (y, lo que es peor, acabo soltando mis reflexiones en este blog). Pero bueno, concédeme al menos que la frase da para echar un pequeño pensamiento al asunto.

Vale, pues a mí me lo parece.

A un actor le piden que orine, se bañe, se masturbe o realice el acto más íntimo y personal ante un puñado de desconocidos que van a dejar constancia de ello filmándolo para mostrárselo a (con suerte) cientos de miles de otros desconocidos.

A un actor le piden que haga el ridículo, se humille, ponga en riesgo su integridad física (y ética), se desnude (literal y metafóricamente) y éste lo hace sin poner en cuestión nada de lo que se le pida. Es más: estudia, se esfuerza y dedica su vida a ello.

Imagínese. Usted llega al trabajo por la mañana temprano. Su jefe aparece y, tras saludarle cordialmente, le espeta: “Y ahora, por favor, desnúdate. Gracias. Ahora, por favor, métete en la cama con ese desconocido. Gracias de nuevo –eso sí, educación ante todo-. Y ahora, ¿podrías dejar que te toque...?”.

Pues bien, esta barbaridad es una jornada laboral normal para cualquier actor/actriz. No sé a ti, pero a mí me da qué pensar.

“Bien, vale, gracias. Y ahora, vamos a repetir todo eso diez veces más hasta que lo hagas como a mí me gusta. Muchas gracias”.

Hay que estar hecho de una pasta muy especial.

“Gracias, lo estáis haciendo muy bien pero, ¿os importaría meteros la lengua con más profundidad? Así, mejor, muchas gracias.”

Los actores y actrices que pueblan el mundo son mis héroes. Hacer de todo esto tu profesión y tu forma de vida es digno del mayor de los respetos. Hablan del ego de los actores, de su petulancia, de su egocentrismo... yo creo que estas características hacen que los actores puedan sobrevivir a su trabajo.

Porque alguien con poco ego, inseguridad o modestia no duraría ni media hora en ese trabajo.

“Gracias, gracias. Y ahora, por favor, te vamos a poner en una vía mientras un tren se acerca a ti a toda velocidad. Pero tranquilo, prometemos sacarte de la vía en el último segundo... bueno, esperemos que la persona encargada de ello no tropiece en el último momento”. (Caso real, te lo juro, del rodaje de la película “La Madre Muerta”).

Publicidad

Escribir para publicidad es bastante peculiar. En las películas y series, normalmente, aparecen unas letritas donde se acredita quién ha escrito el guión. En publicidad no. Y es normal. ¿Quién coño escribe el guión de cualquier audiovisual publicitario (spot, vídeo corporativo, promo, etc)?

Porque, como guionista, mi experiencia en el terreno de la publicidad nunca ha sido escribiendo guiones sino “pasándolos a limpio”. Normalmente, el empresario que contrata la publicidad –que no tiene ni la más remota idea de publicidad- viene dándonos a todos clases de la mejor forma de vender su producto. Como es el cliente, el que paga, todo el mundo pone cara de “ilumínenos con su sapiencia” cuando el fondo todos piensan “este tío no tiene ni puta idea y resulta patético al intentar dárselas de listo cuando sólo entiende sobre _____________ (rellenar con la actividad empresarial correspondiente: cocer bollos, levantar muros, explotar inmigrantes...), pues muy bien, ¿cuánto cobro por mantener esta estúpida sonrisa?”.

El “cliente” suele tener muy claro cómo quiere su anuncio y aunque (en el 90% de los casos) suele ser una mierda de mucho cuidado, todo el mundo quiere complacerle haciendo exactamente lo que dice. Luego está el “productor”, es decir, aquel al que el cliente paga para que se busque un equipo competente (entre ellos, a veces –no siempre-, un guionista) para llevar a cabo sus maravillosas ideas. Éste es aún peor, porque aunque en su caso sí conoce el medio bastante bien y suele tener conocimientos audiovisuales, con tal de cobrar, no le importa prostituir ni su conocimiento, ni su talento, ni a su gente, para hacer una basura rentable.

Y luego llegamos los demás, que somos ya lo peor de lo peor. Ponemos nuestro esfuerzo, nuestros años de experiencia, nuestros conocimientos... al servicio de una mierda de mucho cuidado.

Hay excepciones, he trabajado en publicidad con empresarios que saben dar a cada uno su sitio, productores que saben poner los puntos sobre las íes y profesionales que ponen todo su esfuerzo y talento al servicio de una buena idea.

Pero son los menos.

sábado, 17 de enero de 2009

Sobre Roma...

Hace tiempo que no dedico unas líneas a hablar de “El Caballero Oscuro”. Voy a volver a hacerlo.

Hace poco me preguntaron, ¿y antes de las películas de Batman qué tipo de cine veías tú? Pues, francamente, no me acuerdo.

Chorradas aparte, lo cierto es que el año pasado tuvo una muy buena cosecha cinematográfica y “El Caballero Oscuro”, si bien resultó de lo mejor, no hace sombra a otros títulos tremendamente interesantes como “Antes de que el diablo sepa que has muerto”.

Pero “El Caballero Oscuro” resultó más sorprendente ya que estamos hablando de la sexta (¡la sexta!) película de una saga sobre un tipo que se pone un disfraz con cuernos para salir a zurrar a los malos.

Ya hablé en su momento del papel social y antropológico que este tipo de personajes tienen en la sociedad, desde Heracles a Batman. Así que resulta curioso que ahora voy a volver a mirar hacia atrás para detenerme en la antigua Roma.

Y es que las respuestas a muchos de los interrogantes temáticos de esta película se encuentran en la historia de Roma y, sobre todo, en el final de la República Romana.

La primera pista nos la ofrecen los hermanos Nolan cuando Bruce se reúne en el restaurante con Harvey y éste menciona cómo los romanos ofrecían poder ilimitado a un solo ciudadano cuando se enfrentaban a una crisis. Rachel afirma incorrectamente que la última persona que recibe este poder fue César, cuando César realmente coaccionó al Senado romano para que le otorgara ese poder.

He aquí la más clara y definitiva pista que nos aporta la historia respecto al sustrato que envuelve toda la narración. En efecto, el subtexto global de la película se puede resumir bastante bien en las reflexiones que se llevan a cabo en esta escena que concluye con la máxima “muere como un héroe, o vive lo suficiente para convertirte en villano”.

En efecto, toda la película “El Caballero Oscuro” es una reflexión acerca de los grandes Imperios en declive y cómo estos se enfrentan a esas crisis de las que, en la mayor parte de los casos, salen derrotados (ni un sólo gran Imperio de la historia ha permanecido en pie). Gotham es Roma, está al borde de su extinción como gran Imperio. El caos y la anarquía toca a sus puertas, ¿cómo se defenderá?

Pero, lo más importante, es que Nolan realiza un juicio crítico minucioso al respecto.

La segunda referencia es cuando el Joker menciona la ubicación de Harvey y Rachel. Harvey dice que está en 250 W con la calle 52. La otra dirección es Avenida X y Cicero. Más tarde sabremos que fue mentira y que Harvey se encuentra en la avenida X y Cicero. La escena final tiene lugar en el lugar donde Harvey perdió a su ser querido, es decir, 250 W. con la 52. Cicero (Cicerón en nuestro idioma) fue el más famoso orador y estadista de Roma, y fue un oponente contra César y su tiranía. Además, en la antigüedad César representaba el Caos (en la Guerra Civil César invoca a la Diosa Fortuna antes de cruzar el Rubicón para ir a la guerra contra Roma)... como el Joker en la película (y después el propio Harvey). La analogía es que Harvey, el estadista y orador más importante de Gotham (Roma), es puesto frente al caos aunque, al final, errará y acabará convertido en el villano.

Una tercera referencia a la caída de la República Romana es el hecho de que Jim Gordon, Harvey Dent y Batman se unen para tratar de recobrar el control de Gotham. Recordemos el acuerdo para controlar el senado por parte de César, Pompeyo y Craso (valedor de la empresa), conocido como el Primer Triunvirato. En este caso Harvey representa a Cicerón en primer lugar, el modelo de ciudadano y, más adelante, evolucionará y acabará siendo César (cuando “vive lo suficiente” para convertirse en villano). Gordon es Pompeyo, el general (ya entrado en años) que trata de hacer el bien, y piensa que ésta es la única manera. Batman es Craso, ya que reúne a la empresa y las finanzas.

Pero, y aquí está el juicio que emite Nolan, cuando César muere a manos de los suyos es considerado un traidor a la República, y su nombre es insultado y menospreciado en público. No así Harvey, también asesinado por los suyos ante su traición. En este caso se oculta su felonía a la luz pública, se justifica la mentira en pos de un bien mayor: mantener el orden en la República.

viernes, 9 de enero de 2009

miércoles, 7 de enero de 2009

SMS

La evolución del idioma es inevitable. Ya lo sabemos. Y, aún así, muchos se siguen rasgando las vestiduras porque la gente escriba en lenguaje sms (o como se llame esta jerga).

Y es que deberíamos alegrarnos de que la gente escriba tan mal. Porque ha sucedido una revolución cultural sin parangón en la historia de la Humanidad. Desde siempre (hasta mediados del siglo XX) leer y escribir era algo vetado a unos pocos. La gente se comunicaba a través del lenguaje hablado, y del escrito poco o nada sabía el pueblo llano. Mi abuela, sin ir más lejos, no sabe leer ni escribir.

Sin embargo, en los últimos años no sólo el porcentaje de analfabetos es ínfimo, sino que todo el mundo (repito, TODO EL MUNDO: niños, adolescentes, ancianos...) ha empezado a comunicarse más mediante el lenguaje escrito que a través del habla. Los SMS, los chats, e-mails, etc.

Antes, para comunicarnos hablábamos o, como mucho, se escribían cartas. Pero escribir una carta era algo tremendamente anecdótico.

Por tanto, antiguamente no era extraño no saber escribir ni leer, ¿para qué? Pero ahora no sólo es imperativo, sino que el lenguaje escrito se ha democratizado hasta el punto de que cualquiera (que me lo digan a mí) puede escribir sus memorias en un blog. Y compartirlo con el mundo entero.

Teniendo en cuenta que el idioma evoluciona, no es extraño que ante semejante revolución cultural el lenguaje haya experimentado un seísmo. Y las consecuencias ya las vemos.

Aora scribmos d sta frma

Era normal que algo así sucediese. Los escritores, periodistas y demás se llevan las manos a la cabeza. ¿Pero qué esperaban? han quitado la pluma de las manos ilustradas y se la han dado al pueblo. ¡Nos la han dado a nosotros! Es normal que haya consecuencias. En todo caso, habría que celebrar esta auténtica revolución.

martes, 6 de enero de 2009

¿Por qué vistes de negro?

Por favor, dejad ya de preguntármelo.

jueves, 1 de enero de 2009

Confesión

Sí, vale, lo reconozco. Yo también lo he hecho. He buscado mi nombre en google a ver qué salía. Entre comillas, claro, que no es plan de conocerme a todos los “José” que hay en la web.

Así he descubierto que tengo tocayos djs o pintores. Y, lo más curioso, que estoy en la Wikipedia.

Que estoy en la IMDb ya lo sabía porque yo mismo les envié mis datos hace tiempo. Lo que no entiendo de la IMDb es el baremo que usan para introducir en su base de datos unos títulos y no otros. En mi caso, por ejemplo, les envié mi currículum completo. Pues bien, aparecen cosas como el making of que hice de la película de Santi Amodeo, pero no el documental que he dirigido. ¿Quién decide allí lo que incluir o no en la filmografía de alguien? Curioso...

Por otro lado, lo que sí me ha sorprendido es encontrarme en la Wikipedia. Yo no soy asiduo de esta web, de hecho, apenas he entrado nunca. Y ahora veo que estoy ahí. Claro, una vez visto esto, me he puesto a buscar a mis amigos. Y unos aparecen y otros no.

Y de nuevo volvemos a lo mismo, ¿qué baremo siguen para decidir quién es digno y quién no de figurar en esta base de datos?