viernes, 25 de junio de 2010

El legado de Michael Hirst

Una vez pasado el ecuador del año y tras haber visto una treintena de series (dios, debería dormir más...) debo confesar que el producto televisivo que más me ha gustado en lo que va de año ha sido el capítulo final de The Tudors (Los Tudor).

Tras cuatro temporadas Showtime ponía punto y final a una de las series más destacadas de los últimos años por su soberbia puesta en escena, cuidado en el acabado y, sobre todo, espectaculares guiones.

Michael Hirst es el creador, guionista, productor y, por tanto, responsable de este proyecto que este año ha coincluido. Si hubiese justicia en el mundo, así como se estudia a Shakespeare en los colegios y universidades, también se estudiaría la obra de este escritor inglés.

Especializado desde el año 1997 en la dinastía Tudor, a través de su obra podemos contemplar un certero e inteligente retrato del siglo XIV en Inglaterra con obras como el largometraje Elizabeth, su secuela Elizabeth: The Golden Age y esta serie.

Es éste su legado: la obra dramática sobre el siglo XIV inglés más importante del último siglo. En su obra no cabe sólo el interés histórico (que, por supuesto, lo hay a raudales) sino el interés dramatúrgico. Tal vez su obra cumbre (para mi gusto) sea el capítulo final de The Tudors, donde de forma inteligente desgrana los últimos momentos de la vida de Enrique VIII, con rigor pero a la vez con una poesía certera que no termina cayendo en el melodrama aunque a veces pueda rozar el peligro de hacerlo (al respecto, destacar la imagen final con ese gorrión atravesando la estancia tras el enorme retrato del rey moribundo, como culminación de uno de los leit motivs simbólicos más importantes de la serie: el gorrión).

Definitivamente consagrada como una de las artes más importantes de nuestra era, la televisión le ha servido de plataforma a este autor para mostrar conjuras, conspiraciones, romances, traiciones y, sobre todo, una habilidad para el uso del lenguaje dramático que pocos autores pueden atesorar.

Por supuesto, no todo el mérito es debido a Hirst, pero ha tenido la suerte siempre de rodearse de profesionales de primera talla, que han sabido aportar el tono adecuado (tan difícil en este género) a sus relatos.


martes, 22 de junio de 2010

Recomendaciones veraniegas (y II)

Pelis, y ahora series, que este verano puede ser un buen momento para recuperar muchas que ya han terminado y podemos ver un tirón gracias a esas almas caritativas que se dedican a subtitular todo lo subtitulable en internet. Por cierto, puestos a mojarse, para mí los mejores en esos menesteres son los de Spanishred, cuyas traducciones tienen una calidad que ya quisieran los más populares de “series yonkis”.

Flight of the conchords

Esta comedia inclasificable es desde luego de lo mejor que el género de la comedia ha dado a la televisión. Obra de los autores de la impresionante “Eagle vs Shark”, se podría considerar una mezcla entre “Dr. Horrible’s Sing Along Blog” y “Big Bang Theory” si no fuera porque esta joya es muy anterior a ambas. Nació como programa de radio en Nueva Zelanda y ha acabado siendo la serie de culto más inteligente, original y surrealista que ha pasado por la parrilla de la sempiterna en este blog HBO.


Nurse Jackie

Edie Falco ha conseguido quitarse el estigma de señora de Soprano gracias a esta divertida serie de los creadores de “Weeds”. También producida por Showtime, “Nurse Jackie” tiene muchos elementos en común con “Weeds”, sobre todo el gusto por lo bizarro (esas monjas que dan tanto miedo), la poca vergüenza y una sutileza poco habitual en las dramedias contemporáneas. Hay que verla.

Breaking Bad

Poco o nada se sabe de esta sobresaliente serie que mezcla la comedia con el drama más ahogado y desesperanzado. Lo mejor, su protagonista, que hace un retrato creíble de un personaje increíble. Por supuesto, este genial trabajo le ha valido ya dos Emmy. Y los que quedan.


Hung

De nuevo HBO, en este caso la historia de un señor que descubre su verdadera vocación en la vida: la prostitución. Un espinoso asunto para la televisión, pero dada la plataforma en la que se asienta, se permiten tratarlo sin tapujos, mostrando las cosas como son. Ya sólo eso es de agradecer.


Dr. Horrible’s Sing Along Blog

Joss Whedon se hartó un buen día de hacer lo que le decían, se lió la manta a la cabeza, juntó a unos colegas e hizo esta serie musical para distribuirla por internet. El resultado es... magistral. Whedon dirige, escribe, compone las canciones y demuestra que está donde está por algo más que inventar a Buffy (recordemos que es uno de los guionistas de “Toy Story”).

Big Love

Aunque se desinfla en su tercera temporada, la lista de premios de este drama de la HBO ya es un aval más que suficiente para darle una oportunidad. Su primera temporada es insuperable tanto en el tono como en la reflexión que hace sobre un tema que apenas se ha tocado en la ficción: la poligamia.

domingo, 20 de junio de 2010

En el cine

Ahora que todos vemos cine bajado de internet, comprado a un africano sonriente a las puertas de un cine o en la Sexta (sólo válido esto último para nostálgico del cine de los 80 con Chuck Norris) muchos han olvidado las reglas básicas para ver una película en una sala de cine de toda la vida, a la vieja usanza. Para ellos, he aquí unos cuantos consejos sobre cómo funciona eso de ir al cine.

1.-

Pues no, esas gafas que te han dado a la entrada no valen para los trailers ni para los anuncios de almacenes de muebles... y definitivamente no valen para “Alicia en el país de las maravillas”. Esa película se ve igual de mal con gafas o sin ellas. La única manera de que se vea medio bien es con resaca.

2.-

No importa lo mala que sea, nunca salgas de una película de Kate Winslet: hay un alto porcentaje de verla desnuda (otra vez) y de que consiga varias nominaciones al Oscar (¿por ello?).

3.-

Puedes saber el perfil del público de una sala fácilmente: si es una película con Sandra Bullock o Gwyneth Paltrow los tíos de la sala están en su primera cita con la chica de al lado tratando de pillar cacho; si la película es de Jerry Bruckheimer son las chicas las que están en esa situación; si es una película con Nicolas Cage, ¿qué coño haces tú ahí?

4.-

Aunque parezca muy guay, te aseguro que el truco del cartucho de palomitas de maíz nadie lo ha intentado jamás. Por eso mismo ella no se lo va a ver venir.

5.-

Entre la entrada, el parking, las palomitas... te aseguro que te compensa más buscarte una habitación de hotel.

6.-

Pues no, ya no está “Avatar” en cartel, lo siento, la cosa no iba a durar eternamente, ya puedes volver a pasarte otros diez años sin pisar una sala de cine.

7.-

Sí, te la han colado con el título en inglés, los títulos de crédito escondidos y el protagonista sacado del reparto de “El Señor de los Anillos”. La película es española.

sábado, 19 de junio de 2010

Otro estreno

Cuando escribes teatro es con la esperanza de que los que luego van a sacar ese texto del papel para subirlo a un escenario lo hagan con algo de dignididad. No digo brillante, ni siquiera bien, sólo con que no dé vergüenza ajena ya habremos logrado el objetivo primordial por el que algunos inconscientes escribimos teatro.

Cuando hace exactamente una semana fui al teatro a ver una obra escrita por mí sentí, curiosamente, que había logrado ese objetivo.

Vale, dudo que este año en los Tony digan mi nombre, ni en los Max ni siquiera en los premios de obras teatrales del Hogar del Jubilado de mi barrio (nótese lo respetuoso que soy en el uso de las mayúsculas). Pero, oye, al menos lo que vi era digno. Y eso ya es un logro.

Normalmente cuando voy a ver una obra escrita por mí en la cola para entrar voy rumiando mi reacción al término de la misma: ¿me largo sin decir nada? ¿miento descaradamente dando la enhorabuena a los chicos? ¿finjo un ataque de alien (esto es, un dolor de estómago tan grande que me hace convulsionar hasta que una criatura con forma de pene sale de mi esternón... ¿qué esperabas que fuera si no un ataque de alien?)?

Y, de hecho, mientras hacía cola para entrar al ¿teatro? (luego explico el uso de los interrogantes... por cierto, ¿has visto lo que me gusta usar paréntesis? ¿y lo largo que los hago que casi consigo perder el hilo de la narración original que los precede? ¿he dicho casi? borra el casi... ¿dónde estaba? ¿de qué iba a este post?).

Pero no, oye, la obra resultó breve, amena y divertida.

Breve: 45 minutos.

Amena: no bostecé, ni me aburrí.

Divertida: la gente se rió y, por tanto, yo me reí. Normalmente no me río con mis obras porque ya me sé los chistes, me los he contado a mí mismo como mil veces y en algún momento dejaron de tener gracia. Pero si la gente se ríe, me río por sguir el rollo y porque, entonces, vuelvo a descubrir que los chistes eran graciosos.

Lo mejor: los actores. No me dieron ganas de saltar al escenario y darles una paliza con trapos mojados (que no dejan marcas). Algo que hacía tiempo que no me pasaba en presencia de actores que están actuando (es decir, en cualquier momento de sus vidas, incluyendo cuando duermen).

Lo peor: el ¿teatro? Bueno, en realidad era el Centro de Arte de no sé qué. Vamos, uno de esos sitios que parasitan esta ciudad definido con tres siglas de las cuales las dos primeras son una C y una A. No sé si era el CAT (Centro Andaluz de Teatro), el CAD (centro Andaluz de Danza), el CAL (Centro Andaluz de... ¿limpieza? No, a juzgar por el estado de los servicios definitivamente no es eso) o qué, porque además son todos exactamente iguales y ya no consigo distinguirlos, la verdad. Era un sitio lamentable para representar una obra teatral, y más de danza-teatro, como era este espectáculo. Pero oye, no se puede tener todo.

Enhorabuena a los chicos de la compañía, que hicieron un trabajo estupendo (en serio).

jueves, 17 de junio de 2010

Tecnología (y II)

Por suerte hay tipos como éste, que en pleno año 2009 cuelga un video en internet sobre cómo, ¿usar un Iphone? ¿un Ipod nano? ¿Un acelerador de partículas?

No. Un fax:



Y te desafío, ¡te desafio dos veces! (je) a que veas el vídeo entero sin caer dormido. Creo que la dirección del video corrió a cargo de Michael Bay, pero no estoy seguro, tengo que consultarlo.

Pero sin pasarse. Esta chica cuelga videos en internet para enseñarnos a manejar la tecnología más compleja que jamás haya existido. De hecho, hace estos vídeos en sus descansos de la merienda en la NASA, donde entrena a los astrofísicos que fabrican las lanzaderas espaciales.

Por ejemplo, he aquí un video sobre cómo fregar cucharas. Sí. Hay una persona en el mundo que se graba fregando unas cucharas convencida de que hay otras personas en el mundo que no sepan cómo fregar cucharas. Gracias a ella, todos podremos aprender de forma fácil y amena una tarea tan complicada: quién no se ha leído los complejos tomos de instrucciones que traen las cucharas para su perfecto mantenimiento y limpieza... y hemos acabado descambiando las cucharas para no tener que apechugar con semejante responsabilidad.

Mírate el vídeo, que es apenas un minutito, anda:



Y ya está. Ya ves, y tú que siempre pensaste que fregar cucharas de dos en dos era algo reservado sólo para los elegidos, ¿eh?

Lo mejor, el consejo final: "recuerda que en el tiempo que puedes fregar una, puedes fregar dos".

Cuanta sabiduría.

Pero no toda la tecnología es mala, ojo. La tecnología, bien usada y mejor enseñada puede cambiar la vida de la gente. He aquí una chica vestida con... (¿qué coño es eso)... que nos va a enseñar lo último que la tecnología nos ofrece para disfrutar del sexo.

En este caso, del sexo con nuestro sofá.

(Salta directamente al minuto 2:22 para quedarte con la boca abierta)


Sí. Si no te comes una rosca siempre te quedará la posibilidad de tirarte a tu sofá usando un plástico extraño. Y es que, estando ese sofá tan atractivo, ¿quién se fijaría en la tipa que hay junto a él vestida con... ¿pero qué coño es eso?

Inmediatamente después enseña a hacer algo con un cartucho del Kentucky Fried Chicken y un trozo de plástico (si algo aprendo con esto es que no hay sexo si no hay plástico) pero no termino de enterarme para qué coño sirve. De hecho, me da un poco de miedo averiguarlo.

¿Dónde ha quedado el sexo de toda la vida usando material quirúrgico y herramientas de jardinería, como dios manda?

Tecnología

Aún nadie se ha enterado de qué coño va el I-pad ni de por qué no tienes puertos USB cuando ya presentan un nuevo I-phone. ¿Son I-diotas o simplemente I-mbéciles?

Quieren avanzar cuando aún no han perfeccionado el paso anterior. Tenemos móviles supuestamente impresionantes, pero la mitad de las conversaciones nos las pasamos dando voces “¡oye! ¿Me escuchas ahora? Espera que me muevo... ¿ahora? ¿Me escuchas? ¿Tú me oyes? ¿Eh?”.

Los ordenadores cuando no están colgados están jodidos por un virus o un troyano o directamente petados. La Xbox hace un ruido de mil demonios. La TDT se ve como el culo (simplemente te has acostumbrado, pero la calidad de imagen es mil veces peor que la televisión analógica, aparte de los mil problemas de recepción como el dichoso tema de la emisión en panorámico, que nadie sabe ajustar bien sin darse cuenta de que vemos la televisión deformada).

Señores, ¡la tecnología no funciona! Queremos vivir en una película de ciencia ficción pero realmente vivimos en una comedia de situación con cachivaches cada vez más complejos y supuestamente más sofisticados que cada vez se estropean más y funcionan menos.

Seguro que mañana sacan un móvil que hasta te friega los platos. Eso sí, se cargará la mitad de la vajilla en cada lavado y acabarás, por supuesto, remangándote tú como toda la vida.

martes, 15 de junio de 2010

Recomendaciones veraniegas

No, no te voy a recomendar el mejor lugar para apoltronar tu sombrilla en las playas de Mazagón ni qué pedirte de entrantes en los chiringuitos de Chipiona (¿quedan chiringuitos en Chipiona?). Mis recomendaciones van de películas, ¿qué esperabas? En este blog sólo se habla de tres cosas: series, películas y chorradas. De lo primero ya he escrito los últimos 4 o 5 posts y de lo último todos los demás. Ahora, vamos con algunas películas.

Canino

En Grecia no sólo tienen bancarrota, también cine. Sí, qué curioso, ¿verdad? Entre yogur y yogur Giorgos Lanthimos dirige películas muy originales y arriesgadas. La última, "Canino", va de... mejor no te lo cuento. Dejémoslo en que es como “El Bosque” de Shayamalan pero en plan cachondo. Sí, no veas qué risas me eché viendo esta película. Y no, no es una comedia. Ni de lejos. De hecho, da muy mal rollito.


Metropia

Otra película europea (¿qué me está pasando? ¿cuándo estrena algo Michael Bay para que se me pase esta fase melancólico-depresiva?). En este caso, de animación. Cada año los suecos sorprenden con una pequeña joya que pasa medio desapercibida pero que se hincha a ganar premios y a mí me conquista el corazón. El año pasado fue “Déjame entrar”, este año, “Metropia”. Debut en la dirección de largometrajes del sueco Tarik Saleh aunque su planteamiento inicial no es demasiado original (empiezo a estar hasta las narices de Orwell) es su tremenda originalidad en el plano del diseño (tanto visual como sonoro) lo que hace de “Metropia” una película inolvidable. Como las de Ridley Scott, esta película es 10% historia y 90% atmósfera, ¡pero qué atmósfera!


Kick Ass

Teniendo como base la obra maestra de Millar y Romita, era normal que esta película fuese lo que es: un peliculón. Últimamente hacen películas de súper héroes de lo más fascinantes, oye: “El Caballero Oscuro”, “American Splendor”, “Mar Adentro” (Ramón Sampedro es el que tiene los super poderes más curiosos, lo mismo vuela que derrota a las fuerzas maléficas de la Iglesia con su afilado verbo)... “Kick Ass” es de las mejores, y Hit Girl tal vez la mejor súper heroína que ha tenido este planeta desde Cristina Almeida.