Éste es Charles Manson diciendo "Do you feel blame? Are you mad? Uh, do you feel like wolf kabob Roth vantage? Gefrannis booj pooch boo jujube; bear-ramage. Jigiji geeji geeja geeble Google. Begep flagaggle vaggle veditch-waggle bagga?"
Y esto, una escena de Los Simpson.
Es lo que tiene la cultura pop, ya para entender los chistes de las series animadas hay que estar al día hasta de los hits de los sociópatas.
Pues yo ahora abogo porque en Padre de Familia o Futurama parodien la otra gran frase épica de Manson: Dime en una frase quién eres tú. "Nadie".
miércoles, 27 de octubre de 2010
domingo, 24 de octubre de 2010
I'm fucking... (2)
Un poco de Remember de qué va esto para ponernos en situación. Hace un año ya posteaba (con retraso) unos vídeos donde los presentadores de un late night americano que habían sido pareja en la vida real se restregaban por la cara a sus respectivas "nuevas parejas":
Remember:
Primero empezó ella (subtítulos sudamericanos y pitido de censura, lo siento, pero es lo que hay en Youtube):
¿Por qué algo que he visto mil veces me sigue haciendo gracia?
Y luego él se vengó con un vídeo aún mejor y con más celebridades haciendo el payaso (atentos a Don Cheadle, Brad Pitt, Harrison Ford, Robin Williams y, especialmente, a Cameron Díaz en su momento más cachondo):
Luego otros siguieron la estela con el cachondeíto de los vídeos éstos, y hasta M. Night Shayamalan (con lo serio que parece) hizo este video para Kevin Smith (éste no lo he encontrado subtitulado pero al menos no tiene censura):
Y finalmente llegó el "I'm fucking Obama"... un montaje del que dieron buena cuenta en el programa "Sé lo que hicísteis":
Remember:
Primero empezó ella (subtítulos sudamericanos y pitido de censura, lo siento, pero es lo que hay en Youtube):
¿Por qué algo que he visto mil veces me sigue haciendo gracia?
Y luego él se vengó con un vídeo aún mejor y con más celebridades haciendo el payaso (atentos a Don Cheadle, Brad Pitt, Harrison Ford, Robin Williams y, especialmente, a Cameron Díaz en su momento más cachondo):
Luego otros siguieron la estela con el cachondeíto de los vídeos éstos, y hasta M. Night Shayamalan (con lo serio que parece) hizo este video para Kevin Smith (éste no lo he encontrado subtitulado pero al menos no tiene censura):
Y finalmente llegó el "I'm fucking Obama"... un montaje del que dieron buena cuenta en el programa "Sé lo que hicísteis":
jueves, 21 de octubre de 2010
Sherlock
Este año BBC ha sorprendido con un nuevo lanzamiento veraniego donde retoma la figura del mítico Sherlock Holmes. Junto a Jesucristo y algún otro, de los personajes de ficción que más juego ha dado a los creadores audiovisuales.
Bueno, reconozcamos que tampoco era mucha la sorpresa después del éxito de la cinta de Guy Ritchie. Lo que sí ha sido una sorpresa es la inesperada calidad del producto televisivo.
Pero vayamos por partes.
Como muchos adolescentes, yo también tuve mi etapa Holmes y me empapé durante meses de todos los escritos de Conan Doyle sobre el pintoresco detective inglés. De hecho, cuando descubrí que ya no había más libros sobre el personaje, casi caí en una depresión que me ayudó a superar la buena de Agatha Christie (ay, Poirot, eres como la Pepsi de los detectives ingleses, a falta del original...).
Por ello, cuando Canal Sur emitió la serie clásica a principios de los noventa me hice fan absoluto, aunque no terminaban de convencerme muchas extrapolaciones del libro a la televisión. Pero ey, al menos podía ver las cosas en tres dimensiones y no con mi limitada imaginación.
De Sherlock se han hecho todo tipo de adaptaciones, desde aquel anime donde todos eran perros que hablaban (y que en mi infancia también me encataba) pasando por pseudoadaptaciones como House (cuyo nombre es una variación de “Holmes”, los creadores dixit) o Lie to me.
Tal es mi afición al personaje que este verano estuve en el 221B de Baker Street de la capital inglesa. Ya ves qué cosas. Sí, el término Geek lleva mi foto en el diccionario.
Y llegamos a esta nueva serie, creada por Mark Gattis y Steven Moffat y protagonizada por Benedict Cumberbatch y Martin Freeman (el adorable Tim de The Office).
Lo primero que se nota es que, en efecto, los creadores de la serie adoran al personaje mucho más que su propio creador original. Conan Doyle reconocía que no era fan precisamente de su detective, pero que si le reportaba beneficios...
Steven Moffat (Doctor Who) es incuestionablemente un gran admirador del universo Holmsiano. Una de las cosas que más llama la atención es que, a pesar de su extrapolación al Londres contemporáneo con todo lo que ello conlleva (móviles, internet, etc) los fans de la saga sentirán que ésta es la adaptación más fiel en mucho, mucho tiempo.
Para empezar, Sherlock jamás pronunció en las novelas las famosas palabras “elemental, querido Watson”, ésta es una frase creada para sus adaptaciones al cine y que en la serie tampoco existe. Ni Watson era un tipo regordete (ni tampoco un adonis con la cara de Jude Law, ojo... era, simplemente, un tipo normal, como Martin Freeman). Ni los personajes superaban los 40 años, ambos tenían treinta y pocos cuando se conocieron... ni tantas y tantas cosas que asociamos al detective proceden realmente de su autor Arthur Conan Doyle.
Así, de nuevo, me reitero en el hecho de que quizás estemos ante una de las adaptaciones más fieles al espíritu y elementos creados por Sir Arthur Conan Doyle.
Los elementos que sí asoció Doyle intrínsecamente a su detective están muy presentes en la serie: la lupa, el violín, el tabaco (parches de nicotina en los tiempos que corren)...
Todo en esta adaptación sigue fielmente el relato original y toda extrapolación es meramente para acomodarla a la nueva época (coches de caballos por taxis, etc). Incluso el origen de Watson como médico militar que sirvió en Afganistán, pues parece que los ingleses siempre se han estado matando allí por una razón u otra.
Cada capítulo supone la extrapolación de uno o varios libros. El primero, por supuesto, es titulado “Estudio en rosa” y, en efecto, es una adaptación fidelísima al archiconocido relato “Estudio en escarlata”, donde se narra el origen de la amistad entre el detective y el médico y se presenta a casi todos los peronajes secundarios: Mycroft, Lestrade, etc.
Los fans agradecerán especialmente el tercer episodio, donde Sherlock debe resolver nada menos que cinco casos, todos extraídos de las páginas escritas por Conan Doyle, aunque adaptadas al Londres del 2010.
Y, por supuesto, el final, el enfrentamiento con Moriarty, sustituyendo las legendarias cataratas por una piscina y con final en suspenso.
Notable la labor del realizador de dos de los tres capítulos, Paul McGuigan, que aporta un sello visual y narrativo tremendamente adictivo (cuando ves un capítulo, necesariamente siente sla necesidad de ver más). Y no lo es menos la labor de David Arnold y Michael Price en lo musical, creando una pegadiza banda sonora con influencias del trabajo original de Hans Zimmer para la película de Guy Ritchie (no todo va a ser original en la serie).
Por suerte, BBC ya ha anunciado más capítulos (no puedes ver mi cara de alegría, pero aquí está), y es que una de las pegas de la serie es que, la verdad, tres capítulos son muy pocos para lo adictiva e interesante que resulta esta (¿mini?)serie.
Y una curiosidad, el actor que interpreta a Mycroft, el hermano de Sherlock (un poco más lelo que en las novelas), es uno de los creadores de la serie y guionista del tercer capítulo, Mark Gattis.
Bueno, reconozcamos que tampoco era mucha la sorpresa después del éxito de la cinta de Guy Ritchie. Lo que sí ha sido una sorpresa es la inesperada calidad del producto televisivo.
Pero vayamos por partes.
Como muchos adolescentes, yo también tuve mi etapa Holmes y me empapé durante meses de todos los escritos de Conan Doyle sobre el pintoresco detective inglés. De hecho, cuando descubrí que ya no había más libros sobre el personaje, casi caí en una depresión que me ayudó a superar la buena de Agatha Christie (ay, Poirot, eres como la Pepsi de los detectives ingleses, a falta del original...).
Por ello, cuando Canal Sur emitió la serie clásica a principios de los noventa me hice fan absoluto, aunque no terminaban de convencerme muchas extrapolaciones del libro a la televisión. Pero ey, al menos podía ver las cosas en tres dimensiones y no con mi limitada imaginación.
De Sherlock se han hecho todo tipo de adaptaciones, desde aquel anime donde todos eran perros que hablaban (y que en mi infancia también me encataba) pasando por pseudoadaptaciones como House (cuyo nombre es una variación de “Holmes”, los creadores dixit) o Lie to me.
Tal es mi afición al personaje que este verano estuve en el 221B de Baker Street de la capital inglesa. Ya ves qué cosas. Sí, el término Geek lleva mi foto en el diccionario.
Y llegamos a esta nueva serie, creada por Mark Gattis y Steven Moffat y protagonizada por Benedict Cumberbatch y Martin Freeman (el adorable Tim de The Office).
Lo primero que se nota es que, en efecto, los creadores de la serie adoran al personaje mucho más que su propio creador original. Conan Doyle reconocía que no era fan precisamente de su detective, pero que si le reportaba beneficios...
Steven Moffat (Doctor Who) es incuestionablemente un gran admirador del universo Holmsiano. Una de las cosas que más llama la atención es que, a pesar de su extrapolación al Londres contemporáneo con todo lo que ello conlleva (móviles, internet, etc) los fans de la saga sentirán que ésta es la adaptación más fiel en mucho, mucho tiempo.
Para empezar, Sherlock jamás pronunció en las novelas las famosas palabras “elemental, querido Watson”, ésta es una frase creada para sus adaptaciones al cine y que en la serie tampoco existe. Ni Watson era un tipo regordete (ni tampoco un adonis con la cara de Jude Law, ojo... era, simplemente, un tipo normal, como Martin Freeman). Ni los personajes superaban los 40 años, ambos tenían treinta y pocos cuando se conocieron... ni tantas y tantas cosas que asociamos al detective proceden realmente de su autor Arthur Conan Doyle.
Así, de nuevo, me reitero en el hecho de que quizás estemos ante una de las adaptaciones más fieles al espíritu y elementos creados por Sir Arthur Conan Doyle.
Los elementos que sí asoció Doyle intrínsecamente a su detective están muy presentes en la serie: la lupa, el violín, el tabaco (parches de nicotina en los tiempos que corren)...
Todo en esta adaptación sigue fielmente el relato original y toda extrapolación es meramente para acomodarla a la nueva época (coches de caballos por taxis, etc). Incluso el origen de Watson como médico militar que sirvió en Afganistán, pues parece que los ingleses siempre se han estado matando allí por una razón u otra.
Cada capítulo supone la extrapolación de uno o varios libros. El primero, por supuesto, es titulado “Estudio en rosa” y, en efecto, es una adaptación fidelísima al archiconocido relato “Estudio en escarlata”, donde se narra el origen de la amistad entre el detective y el médico y se presenta a casi todos los peronajes secundarios: Mycroft, Lestrade, etc.
Los fans agradecerán especialmente el tercer episodio, donde Sherlock debe resolver nada menos que cinco casos, todos extraídos de las páginas escritas por Conan Doyle, aunque adaptadas al Londres del 2010.
Y, por supuesto, el final, el enfrentamiento con Moriarty, sustituyendo las legendarias cataratas por una piscina y con final en suspenso.
Notable la labor del realizador de dos de los tres capítulos, Paul McGuigan, que aporta un sello visual y narrativo tremendamente adictivo (cuando ves un capítulo, necesariamente siente sla necesidad de ver más). Y no lo es menos la labor de David Arnold y Michael Price en lo musical, creando una pegadiza banda sonora con influencias del trabajo original de Hans Zimmer para la película de Guy Ritchie (no todo va a ser original en la serie).
Por suerte, BBC ya ha anunciado más capítulos (no puedes ver mi cara de alegría, pero aquí está), y es que una de las pegas de la serie es que, la verdad, tres capítulos son muy pocos para lo adictiva e interesante que resulta esta (¿mini?)serie.
Y una curiosidad, el actor que interpreta a Mycroft, el hermano de Sherlock (un poco más lelo que en las novelas), es uno de los creadores de la serie y guionista del tercer capítulo, Mark Gattis.
domingo, 17 de octubre de 2010
Lo mejor y lo peor de la semana
Lo mejor, sin duda, esa joya que nos ha vuelto a "regalar" David Fincher llamada La red social. De lo mejorcito que ha hecho este señor (con permiso de El club de la lucha).
Y lo peor, Ramoncín perpetrando un suicidio artístico (otro más) al atreverse a cantar un clásico de Nirvana, "Come as you are": lamentable es poco, se inventa la letra, desafina, se marca unos bailecitos propios de salón de baile geriátrico, aúlla... atención al público.
Y este tío "juzgaba" a los aspirantes de OT. No veas.
Y lo peor, Ramoncín perpetrando un suicidio artístico (otro más) al atreverse a cantar un clásico de Nirvana, "Come as you are": lamentable es poco, se inventa la letra, desafina, se marca unos bailecitos propios de salón de baile geriátrico, aúlla... atención al público.
Y este tío "juzgaba" a los aspirantes de OT. No veas.
martes, 12 de octubre de 2010
Estos hindúes...
Hace tiempo que no estampo en estos lares secuencias extraídas de la ponzoñosa filmografía hindú de los 80, época dorada para lo bizarro y lo casposo en la tierra de las vacas sagradas.
Ahora que Bollywood es un mainstream y se han vuelto la mar de aburridos, con películas serias e incluso trascendentales, es bueno mirar atrás a la época en que esos mismos señores hacían...
Estas cosas:
Sí, Superman y la mujer araña vestidos con disfraz de Pichardo y tomando prestado el croma del hombre del tiempo de la tele de Bombay, se disponen a sacudir una buena tunda a los malos malosos. No sé si su visionado provoca daños cerebrales irreversibles, pero no me hago responsable si es así.
No sólo el cine fue pasto del ansia plagiador de los indios, también los video clips de moda por aquella época. Francamente, el Thriller original tampoco ha superado la prueba del tiempo y no se ve mucho mejor que esto.
Y no podían faltar... ¡los Beatles! Ay dios, qué drogas circulaban por aquella época.
Y un regalito para acabar. Esto es un video clip musical de los noventa (por cierto, ¿reconoces al cantante?). Pues bien, a un americano le ha dado por subtitular lo que se entiende que dicen si estuvieran cantado en inglés. Descojonante si entiendes inglés. Pertubador si no.
Ahora que Bollywood es un mainstream y se han vuelto la mar de aburridos, con películas serias e incluso trascendentales, es bueno mirar atrás a la época en que esos mismos señores hacían...
Estas cosas:
Sí, Superman y la mujer araña vestidos con disfraz de Pichardo y tomando prestado el croma del hombre del tiempo de la tele de Bombay, se disponen a sacudir una buena tunda a los malos malosos. No sé si su visionado provoca daños cerebrales irreversibles, pero no me hago responsable si es así.
No sólo el cine fue pasto del ansia plagiador de los indios, también los video clips de moda por aquella época. Francamente, el Thriller original tampoco ha superado la prueba del tiempo y no se ve mucho mejor que esto.
Y no podían faltar... ¡los Beatles! Ay dios, qué drogas circulaban por aquella época.
Y un regalito para acabar. Esto es un video clip musical de los noventa (por cierto, ¿reconoces al cantante?). Pues bien, a un americano le ha dado por subtitular lo que se entiende que dicen si estuvieran cantado en inglés. Descojonante si entiendes inglés. Pertubador si no.
domingo, 10 de octubre de 2010
Nuevo curso, nuevas series
Ya están aquí las series de siempre, y también algunas nuevas.
Big Bang Theory
La cuarta temporada sigue con la misma frescura e ingenio de siempre. De nuevo, podemos decir que “Big Bang Theory” es la mejor sit com de la televisión actual.
Regresa nuestro asesino favorito. Tras el apabullante final de la anterior temporada, es imposible que el arranque de la siguiente esté a la altura... pero ojo, la serie sigue siendo una de las mejores.
Siete temporadas lleva ya este clásico de la televisión. Imprescindible, como siempre.
Tras su exitoso arranque, la segunda temporada empieza algo más floja, pero démosle tiempo.
Sexta temporada y tan genial como siempre. Nótese que sólo aludo a las grandes series, las imprescindibles. Éstas que menciono son las que no te puedes perder.
Y nuevas series:
HBO vuelve a hacerlo. Esta serie está, con sólo 3 apisodios emitidos, en el Olimpo de las seris y es considerada ya una de las mejores. Ya veremos si mantiene el listón.
En breve comienza esta otra producción que promete mucho. Y es que el cómic en que se basa es una pequeña joya del noveno arte.
Big Bang TheoryLa cuarta temporada sigue con la misma frescura e ingenio de siempre. De nuevo, podemos decir que “Big Bang Theory” es la mejor sit com de la televisión actual.
Dexter
Regresa nuestro asesino favorito. Tras el apabullante final de la anterior temporada, es imposible que el arranque de la siguiente esté a la altura... pero ojo, la serie sigue siendo una de las mejores.
The Office
Siete temporadas lleva ya este clásico de la televisión. Imprescindible, como siempre.
Modern Family
Tras su exitoso arranque, la segunda temporada empieza algo más floja, pero démosle tiempo.
How I met your mother
Sexta temporada y tan genial como siempre. Nótese que sólo aludo a las grandes series, las imprescindibles. Éstas que menciono son las que no te puedes perder.
Y nuevas series:
Boardwalk Empire
HBO vuelve a hacerlo. Esta serie está, con sólo 3 apisodios emitidos, en el Olimpo de las seris y es considerada ya una de las mejores. Ya veremos si mantiene el listón.
The walking dead
En breve comienza esta otra producción que promete mucho. Y es que el cómic en que se basa es una pequeña joya del noveno arte.
lunes, 4 de octubre de 2010
Younha
¿Cuánto hace que no hablo de música?
En general mis gustos suelen estar vinculados a artistas solistas femeninas. Miss Li es tal vez la que más interés me despierta, y de las últimas
incorporaciones al panorama musical Lady Gaga, como intérperete (no como freak), me parece de lo más interesante.
Pero hoy quiero hablar de Younha. Esta artista tiene sólo 22 años. Coreana, aunque suele cantar en japonés, apareció como un vendaval en el mercado nipón cuando sólo tenía 16 años. Su fama le vino sobre todo porque algunas de sus canciones se usaron en populares animes como Bleach.
Younha es una de esas artistas completas: compositora, gran pianista, guitarrista y una voz prodigiosa. Sus fans sobre todo son otakus pero es muy probable que el tiempo ponga en su sitio a esta joven coreana y amplíe el espectro de su público.
He aquí el vídeo de una de sus canciones más populares, Houki Boshi.
En el blog de su club de fans en español puedes ver un poco de todo: fotos, vídeos, noticias, etc:
http://younhateam.blogspot.com
Vale la pena seguir la pista de Younha, sobre todo porque ella no cuenta con la gigantesca maquinaria promocional de otras artistas con menos talento o carisma.
En general mis gustos suelen estar vinculados a artistas solistas femeninas. Miss Li es tal vez la que más interés me despierta, y de las últimas
incorporaciones al panorama musical Lady Gaga, como intérperete (no como freak), me parece de lo más interesante.Pero hoy quiero hablar de Younha. Esta artista tiene sólo 22 años. Coreana, aunque suele cantar en japonés, apareció como un vendaval en el mercado nipón cuando sólo tenía 16 años. Su fama le vino sobre todo porque algunas de sus canciones se usaron en populares animes como Bleach.
Younha es una de esas artistas completas: compositora, gran pianista, guitarrista y una voz prodigiosa. Sus fans sobre todo son otakus pero es muy probable que el tiempo ponga en su sitio a esta joven coreana y amplíe el espectro de su público.
He aquí el vídeo de una de sus canciones más populares, Houki Boshi.
En el blog de su club de fans en español puedes ver un poco de todo: fotos, vídeos, noticias, etc:
http://younhateam.blogspot.com
Vale la pena seguir la pista de Younha, sobre todo porque ella no cuenta con la gigantesca maquinaria promocional de otras artistas con menos talento o carisma.
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