lunes, 26 de diciembre de 2011

Un poco de todo

Éste ha sido mi primer año con redes sociales, Facebook y Twitter, por lo que he escrito bastante menos en el blog que otros años. Y ello es porque casi todas las novedades y casi todo lo que quería contar, lo he hecho a través de las redes.

La mayor diferencia entre esto y las redes sociales es que éstas son bastante más intrusivas. Si quieres saber de mí a través del blog eres tú quien ha de venir aquí a buscar contenidos, mientras que en Facebook la información aparece en tu muro de noticias sí o sí. Y más desde la nueva versión de Facebook, que te informa hasta de cuántas veces estornudo al día.

Ha sido el año que más series he visto en mi vida, como bien saben mis amigos del Facebook, aunque también en el terreno profesional ha sido un año muy productivo. Mientras Abby Careful seguía su carrera por Europa y otras webseries como Miscelánea se asentaban, hemos acabado nuestra primera webserie de producción propia que tuvo bastante eco en algunos medios.

Y por cierto, que he encontrado en el baúl de los recuerdos el vídeo de cuando me entregaron el premio Jerry Goldsmith, allá por el 2005. Por entonces no tenía ni blog ni redes ni nada.



Aunque quizás lo mejor del año ha sido la adquisición de un IPad. Dudé bastante: ¿valdría la pena el gasto? Pues sí. Y mucho, una de las mejores cmpras que haya hecho en mi vida.

Ah, y Mila, por supuesto, Mila. Es la chica en que se basa la serie y se ha convertido en un pequeño fenómeno, con miles de seguidores en Twitter y fans por todo el mundo. ¡Hasta en la revista Quo la han sacado a la chica! Claro que, es que esta chica es única, no sé cómo sigue soltera: Pincha aquí para ver a Mila en Twitter.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Feliz Navidad

Y con este bonito vídeo que he realizado para Cruzcampo, os deseo Feliz Navidad y todas esas cosas. A ver cómo se nos da el 2012...


viernes, 2 de diciembre de 2011

2011

Qué año, por favor, qué año.

Nada más arrancar este 2011 que ya agoniza, me contrataron para escribir los guiones de un programa de televisión diario, lo cual supone vender tu alma a la cadena, porque un guión al día (incluyendo festivos y domingos) es un matrimonio en toda regla con el programa en cuestión. Y yo tan feliz, oye, que es un matrimonio muy bien avenido.

La cosa es que yo ya tenía pensamiento de montar este año mi propia poductora, por lo que he tenido que alternar mi feliz matrimonio televisivo con el arranque y puesta en marcha de mi flamante empresa, Acheron Films, llamada así en honor de Dante y de James Cameron (ya ves qué cosas).

Y claro, una vez tienes una empresa de producción, hay que darle cosas que producir, y quisimos empezar con algo sencillo con lo que ir entrenando, y hete aquí que nos dio por lanzar una webserie que nos ha dado algún que otro disgusto pero muchas más alegrías.

Por si todo esto fuera poco, este año me propusieron para un puesto de responsabilidad en una cadena de televisión, oferta que tuve que declinar por ser incompatible con tener una productora privada y, claro, con la mía recién constituída, no eran plan de cerrar el chiringuito al día siguiente de abrirlo.

Además, soy incapaz de ejercer un trabajo de despacho fichando y con horario fijo, que yo cuando soy más productivo es en las horas de nocturnidad.

Además, este año he dirigido un documental con mi querida compañera Fátima de los Santos (a la que nunca demsotraré suficientemente mi admiración) que ahora se encuentra en plena postproducción y que ha supuesto el reencuentro con colegas con los que hacía tiempo que no trabajaba, además de conocer a nuevos compañeros con los que ha sido una delicia trabajar. Y precisamente esta semana he sabido que la Junta nos ha otorgado la ayuda a su producción... ¿qué más se puede pedir?

En fin, un gran año, que espero anteceda otro, 2012, aún mejor, ya que las expectativas son muy buenas y algunos proyectos que se divisan en el horizonte hacen presagiar buenas nuevas.

Toquemos madera.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Animación

Cuando he vuelto por aquí había hasta okupas. Pues nada, ya he vuelto. Durante este tiempo he estado ocupado en, ¿en qué va a ser? Animación. Otra vez. Tras varios años trabajando en varias series de productoras ajenas como éstas de aquí:




Me decidií a autoproducir mi propia web serie de animación, y el resultado ha sido Treintañeros, una frikada musical de capítulos cortos que, como Miscelánea, está pensada para ser consumida exclusivamente por internet.

Se puede ver en la web www.treintañeros.es. No ha sido fácil: doblaje, mezclas de sonido, grabación de la música... pero bueno, al menos el resultado no da mucha vergüenza ajena, que a estas alturas ya es un avance significativo. Lo curioso del asunto es que la serie, basada en experiencias de gente real, ha servido para el lanzamiento de una de sus protagonistas, Mila, que en Twitter éstá cosechando muchos devotos seguidores.

Mientras sigo escribiendo para la tele, andamos embarcados en la productora en diversos proyectos a corto plazo que también tienen buena pinta, pero de esos mejor hablar en otro post, que éste ya ha salido más largo de la cuenta.

Agur.

sábado, 30 de julio de 2011

Psicothriller



Gracias al estreno de la serie “The Killing” hemos visto el resurgir de un gran género.

El psicothriller, o thriller psicológico, tuvo su auge en los 90, aunque procede de mucho antes pero, como casi todo, acabó siendo víctima de su propio éxito, ya que la proliferación de obras de este género a finales de esa década hizo que surgiera mucha basura y el género empezó pronto a perder prestigio hasta que casi desapareció, quedando relegado a subproductos de bajo presupuesto con más ínfulas que resultados reales. Los 90 se inundaron de psicothrillers: "Análisis Final", "La Mano que Mece la Cuna", "Mujer Blanca Soltera Busca...", "Instinto Básico", “Resurrección”...

Actualmente el cine español recurre a este género con más fracaso que éxito, sobre todo porque, normalmente, las reglas y significado de este género suelen pasarse por alto para quedarse en la superficie del mismo. "La caja Kovak", "El niño de barro" o "La habitación de Fermat" así lo demuestran.

El thriller psicológico asentó sus bases en el filme de 1991 "El Silencio de los Corderos", que fue el que marcó la pauta y dictó las normas para hacer un psicothriller que no sólo entretuviese al espectador, sino que fuese capaz de dar obras mayúsculas con gran carga y contenido.

En un psicothriller debe haber un misterio, vale, y un malo y un bueno, vale también, y normalmente se suele mover en ambientes siniestros, demacrados y decadentes... pero la cosa no se puede quedar ahí, y ése es el problema que hundió el género a finales de los 90. No se trata de hacer una persecución de un bueno muy listo y un malo más listo todavía.

El psicothriller, para funcionar bien, debe tener otra capa debajo de la mugre y el misterio. El enfrentamiento entre protagonista y antagonista debe ser mental, eso también lo suelen tener en cuenta los guionistas pero, ojo, el mayor enemigo del protagonista, suele ser él mismo. Y eso a veces se olvida.

No se trata de dar al personaje protagónico un triste pasado lleno de traumas, eso no vale, aburre, y obliga a hacer flashbacks o a dar muchas explicaciones aburridas. El problema es que el protagonista debe cavar él mismo su propia tumba; sin quererlo, él mismo "ayuda" al villano a salirse con la suya. Pero la historia, la trama, le ayudará a "aprender a golpes" y cuando por fin, normalmente a mediados del segundo acto, el protagonista sabe lo que hace mal, deja de ponerse él mismo piedras en su propio camino para, con lo aprendido (normalmente debe aprender de sus errores), comenzar a resolver la trama y a ganar la batalla.

Fíjate en los protagonistas de muchos de los grandes psicothrillers de la historia, no necesitan traumas pasados (a veces los tienen, no digo que no, pero éstos deben servir para apoyar esta otra idea), sino que, directamente, son unos negados, unos aficionados con más defectos que virtudes. Clarice Starling es una estudiate del FBI, no llega ni a agente, y debe madurar de la noche a la mañana o se la comen viva (literalmente). O qué decir del incompetente David Mills (Brad Pitt) en "Seven", que no da pie con bola (si el asesino no se entregase solo, dudo que este piltrafilla lo hubiese atrapado en su vida). Igualmente, en “Memento” el protagonista tiene un pasado, vale, pero es su enfermedad lo que le aporta una tara que hace que "aquí y ahora" él mismo sea su principal obstáculo para resolver el misterio.

Para vencer al malo, el protagonista debe vencerse a sí mismo (ahí está “Shutter Island” como ejemplo extremo, que no único).

Así, sí.

Y como esto es un blog personal, aquí va mi lista personal de los que son, para mí, los mejores psicothrillers:

15. Condemned (sí, también valen video juegos)

14. Serial Experiment Lain

13. Heavy Rain

12. Zodiac

11. Sospechosos Habituales

10. Memento

9. El Maquinista

8. Death Note

7. Carretera Perdida

6. Seven

5. Donnie Darko

4. The Killing

3. Twin Peaks

2. El Silencio de los Corderos

1. Psicosis








jueves, 23 de junio de 2011

The Killing vs Twin Peaks


Ojo, spoilers a tutiplén.

Aunque de esto ya se ha hablado y mucho, no quiero dejar pasar la oportunidad de exponer de forma lo más concreta posible por qué “The Killing” es un plagio directo de “Twin Peaks”. Vamos allá.

- Ambas series se basan en la creación de atmósfera. Por encima de la historia, la atmósfera.
- Ambas se basan en el mismo whodunit: ¿quién mató a...?
- Ambas están protagonizadas por el detective encargado del caso, en ambos casos con mucha personalidad y gran carisma.
- Ambas arrancan con el asesinato de una joven de 17 años.
- El descubrimiento del asesinato en su instituto es similar en ambas.
- En un principio en ambos casos se sospecha del novio “oficial” de la víctima.
- En ambos casos hay un vídeo grabado de la víctima que resulta importante en la trama.
- El asesinato es similar en ambas y en ambos casos las víctimas son lanzadas al agua.
- Hay numerosos planos de fotografías de la víctima en la chimenea familiar.
- En ambos casos los padres de la víctima se enteran de la misma forma: el padre lo descubre mientras habla por teléfono con la madre y ésta lo deduce por los sonidos que emite el padre al otro lado de la línea.
- En ambos casos las niñas muertas parten de una imagen impoluta, pero poco a poco se descubre que no son angelitos precisamente.
- En ambos casos las niñas se prostituían, y ésa es su gran perdición.
- En ambos casos los investigadores del caso son una pareja.
- En las dos hay una macabra "escena del crimen".
- En ambos casos las chicas fueron perseguidas por un bosque antes de ser asesinadas.
- En ambos casos las niñas ahorraban el dinero que ganaban prostituyéndose y tenían bastante dinero ahorrado.
- En ambos casos las niñas ponen anuncios de contactos, sin mostrar el rostro.
- En ambos casos hay un casino de por medio... en tierras indias.
- En ambos casos la frontera con Canadá está cerca.
- En ambas hay una trama política muy importante.
- En ambas el político principal tiene un ayudante-hermano de menor estatura que es la voz de su (mala) conciencia... y en ambos casos los políticos tienen relación con la trama de la prostitución.
- En ambos casos la primera temporada acaba con un personaje principal siendo disparado a bocajarro, y en ambas el desenlace de ese tiroteo no se descubre hasta la siguiente temporada.
- En ambas el padre de la víctima intenta asesinar al sospechoso de la muerte de su hija.
- Los estilos musicales en ambas son muy similares.
- El retrato de Rosie Larsen, igual que el de Laura Palmer, aparece en su instituto entre los trofeos del centro.

jueves, 16 de junio de 2011

Mormones



En los últimos años los mormones están dando mucho juego en la ficción. HBO aprovechó sus peculiaridades para lanzar la serie "Big Love", que aún emite con relativo éxito. No fue la única serie que se dejó contagiar por la nueva afición a los mormones, en "Shameless USA" aparecía una niña "rescatada" de la secta y que dio tanto juego como carcajadas. Y ahora, Broadway.

El musical más premiado de la última gala de los premios Tony es "The Book of Mormon", una sátira divertidísima perpetrada por Trey Parker y Matt Stone, los creadores de "South Park" y "Team America", junto a Robert López, coautor de la genial "Avenue Q". Con estos entecedentes y con 9 premios Tony (de 14 nominaciones) es fácil imaginarse que la obra es absolutamente genial. Da la impresión de que los mormones se crearon únicamente para que este musical fuese posible (y es que una secta que promete a sus fieles que cuando mueran tendrán un planeta para ellos solos da juego para esto, y más).

sábado, 11 de junio de 2011

Los Borgia

Resulta fascinante comprobar que, en efecto, la televisión se ha convertido en el nuevo arte popular de referencia. Vale que la televisión casi desde su nacimiento ha gozado de una popularidad casi insultante en comparación al resto de medios, pero la verdad es que cada vez es más cierto que la televisión, ahora tal vez más que nunca, se ha convertido en un gran arte.

Disfrutar de una serie como Los Borgia así lo demuestra. En la línea de Los Tudor (a la que debe tanto, empezando por la cadena en que se emite) esta serie está escrita de principio a fin por el otras veces sobrevalorado Neil Jordan, autor entre otras de Juego de Lágrimas o En Compañía de Lobos, y cuenta con su principal baza en un reparto encabezado por el absolutamente genial Jeremy Irons. Por supuesto, se trata de una producción cuidada hasta el último detalle, desde el vestuario a la dirección artística, que en ocasiones consigue dejar al espectador con la boca abierta.

En resumen, nueve episodios de corte shakesperiano (ya lo era así su predecesora) de lo más recomendables que cualquier amante del arte, en cualquiera de sus formas, no debería perderse.

martes, 31 de mayo de 2011

Hans Zimmer en mareas extrañas

Dale al play y ve escuchando esto mientras lees el post (si quieres, claro):



Lo de Hans Zimmer empieza a ser ya algo increíble. Debe haber en algún desván un retrato suyo haciendo música mala porque es inexplicable que este hombre todo, pero TODO, lo que toca lo convierte en plutonio enriquecido (la bomba, vamos).

Sus bandas sonoras suelen ser geniales sin excepción. Haga lo que haga, todo le sale bien o genial. Y ahora llega esta "Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides". Ni el pobre de Rob Marshall ha conseguido -a juzgar por las críticas, que no he visto la peli- sacar a flote el proyecto y hacer algo a la altura de su antecesor. Eso sí, la música de esta película no es buena, ni siquiera genial, es un puto milagro.

Una de las grandes virtudes de Zimmer es saber escoger al equipo adecuado del que rodearse en cada proyecto. En este caso se ha hecho acompañar de los guitarristas mejicanos Rodrigo y Gabriela. El resultado es una obra maestra inconmensurable. Una de las mejores bandas sonoras ¿del año? ¿de la década? ¿del siglo?

No sé, no tengo la perspectiva del tiempo pero si sé que no me canso de escucharla. Y si has estado escuchando el tema de arriba, ya sabes de lo que estoy hablando.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Un nuevo documental

Esta semana he tenido una muy grata noticia, y es que volvemos a unirnos todo el equipo que hicimos el documental "Ignacio Sánchez Mejías: Más Allá del Toreo" para realizar un nuevo documental, en este caso sobre la figura de otro ilustre personaje histórico: Niceto Alcalá-Zamora. Aquí un avance de lo que será este trabajo, realizado tres años después del estreno de aquel otro documental que tantas alegrías nos dio.

Alcalá Zamora. Teaser from La Claqueta on Vimeo.

Y mientras tanto, estoy escribiendo el guión de un documental de pesca.

domingo, 15 de mayo de 2011

The Office


Allá por el 2004 (sí, el mismo año que “Perdidos”, los calendarios de la televisión mundial deberían haberse puesto a cero ese año) aparecía en la televisión británica un novedosísimo formato televisivo obra de los geniales Ricky Gervais y Stephen Merchant. Se trataba de “The Office”.

Aquel formato era tan original, sorprendente, único y, sobre todo, divertido que inmediatamente los americanos lo hicieron suyo como sólo ellos saben hacerlo: con un remake.

El remake era exactamente igual que el original pero de menor duración y con un humor mucho mas depurado y, por supuesto, al ser un formato americano, con más ritmo y empaque. Además, su protagonista, Steve Carrel, bordó el mejor papel de su carrera con una recreación del personaje interpretado por Gervais que le valió todos los premios habidos y por haber. Como a veces ocurre (no siempre) los americanos lograron superar el original.

Así, el formato americano de “The Office” en su primera temporada, aunque no genial, sí que resultaba brillante.

Además, con este formato pasó algo que tampoco suele ocurrir (que se lo digan a “Desperate Housewives”): la serie fue mejorando temporada tras temporada.

Y este año la serie ha llegado a su séptima temporada (la inglesa no pasó de la segunda). Una temporada brillante, magnífica, cuidada, tremendamente divertida y... trágica. Porque Steve Carrel, su protagonista, dice adiós a la serie. Así, los últimos capítulos de la temporada se han dedicado, precisamente, a la despedida de su personaje, Michael Scott.

Sólo por eso ha valido la pena que Carrel se fuera. Los capítulos han sido además de divertidos (como siempre) muy emocionantes y emotivos. Reconozco que verlo arrastrar su maletita por el aeropuerto, alejándose de cámara, me hizo saltar la lagrimita. Y cuando Scott se quita (finalmente) el micro y pregunta “¿esto se emitirá algún día?” casi me da algo de la emoción.

Adiós Michael Scott, te echaremos mucho, pero que mucho de menos.

lunes, 2 de mayo de 2011

El guión por rollos

En la película “Ed Wood” de Tim Burton, cuando el protagonista logra su primer trabajo como guionista-director el productor le pone una sola y única condición: que no tenga más de cinco rollos.

En ocasiones un guionista debe saber para cuántos rollos está escribiendo. Las películas de cine se dividen en rollos, cada rollo tiene una duración aproximada de unos diez o doce minutos y es importante saber si, como en el caso de Ed Wood, tenemos limitación de rollos.

En las películas cortas el primer rollo suele corresponder al primer acto (con excepciones, claro, “Psicosis” o “Marathon Man” ocupan más rollos en su primer acto), luego hay tres o cuatro rollos para el segundo acto y el tercer acto lo ocupan el quinto rollo y el sexto.

No es raro trabajar los guiones a partir de esta estructura por rollos, pues no es lo mismo una película de seis rollos que una película de diez rollos... o una de Peter Jackson, con innumerables rollos (y no sólo de película).

domingo, 24 de abril de 2011

sábado, 23 de abril de 2011

sábado, 16 de abril de 2011

Redes sociales

Esta semana se cumplen seis meses desde que tomé la decisión de abrirme una cuenta en una red social. Hasta ese momento yo abominaba de ellas, pero decidí darles una oportunidad tras leer al respecto y pensar que tal vez podría sacarle más provecho que los perjuicios que suponen.

De todas formas, sigo pensando lo mismo y ojalá no se hayan vuelto tan imprescindible para la comunicación y el trabajo diario en el mundo. Es como las compañías teléfónicas o los políticos. Los detestamos pero, ¿qué le vamos a hacer? Los necesitamos. Pues lo mismo. Esta gente se forra (tremebundamente) a costa de nuestros datos personales, con los que comercian sin pudor. Además del demostrado peligro para la privacidad que suponen.

Pero claro, si tienes en mente los límites en el uso de estas redes, pueden ser muy últiles, como ya todos sabemos. Por supuesto, jamás me daría por subir una foto mía (la que tengo es mi muñequito de los Simpsons) ni incluir información personal (para Facebook trabajo en la NASA)... aunque a veces es inevitable, ya que mucha de esa información es indispensable para abrirte una cuenta. Y, por qué no reconocerlo, enganchan tanto que cuesta no tener algún desliz de vez en cuando.

Al respecto, mi predilección va por Twitter. Mucho más inteligente, segura, directa e interesante que las demás redes actuales. Facebook es para ti y tus amigos (aunque a veces lo olvidamos) mientras que Twitter es una ventana al mundo entero. En teoría, tus chorradas de Facebook las compartes con gente de tu confianza. Ésa es la gracia de Facebook, usarlo de otra manera es no entenderlo. Twitter es un escaparate al mundo entero, donde cada tweet puede ser visto por cualquier persona en el mundo. Ésa es la gracia. Hacerlo de otra forma, es no saber usar Twitter.

Por supuesto, hay quien deja abierto su perfil y fotos e información personal de Facebook para todo el mundo... lo cual es muy divertido para los cotillas y curiosos y da más de un disgusto a esos usuarios despistados.

Twitter, por contra, debe ser abierto. Cualquiera debe poder seguirte (puedes bloquear gente pero eso de configurar tu cuenta para que apruebes o no a quién te puede seguir sólo hará que tu lista de seguidores no suba de la docenida, y eso con suerte). Y a cualquiera podemos seguir.

Luego están los que tweetean cada cinco minutos (¡o menos!). Esos son unos pesados. Te llenan el timeline de basura. O sea, un tweet debe ser un hito especial en tu quehacer diario. Y tweets como "estoy bostezando" (hecho real) sólo dicen que tu vida es tan poco interesante que un bostezo es digno de mención.

Eso sí, andar por las redes sociales suele ser completamente incompatible con tener pareja estable. Ahí lo dejo.

Por cierto, éste soy yo en twitter: @jose_f_ortuno. Nos vemos por ahí.

viernes, 25 de marzo de 2011

Guiones y música

Lo de escribir escuchando música es lo que tiene. Pasado el tiempo, escuchas una canción y, de pronto, tienes un flashback a aquella época en que te afanabas en dialogar a una niña repelente o hacer avanzar una trama absurda y sin sentido que te traía por la calle de la amargura. Hoy me ha pasado, de pronto en mi mp3 han saltado los Dover y mi cabeza se llenaba de personajes animados. Y es que Dover era lo que escuchaba cuando escribía los capítulos de la serie “Evita Percances”. “KiaN” la escribí escuchando a Clint Mansell, y a su tema Dead Reckoning debo la inspiración para el clímax de la película. Para "Ánimas” me acompañaron los Tokyo Hotel y el guión de “Cielo sin ángeles” lo escribí con ABBA de fondo. Fíjate cuánto eclecticismo.

sábado, 12 de marzo de 2011

Japón

Desde siempre he admirado profundamente a los japoneses. Son la población y la cultura que más admiro del planeta. De hecho, en mi adolescencia empecé a estudiar japonés y uno de mis deseos es terminar viviendo algún día en aquel país.

Su arte, sus costumbres y, sobre todo, la personalidad general de esta gente siempre me ha asombrado así como su enorme capacidad vital.

Y ahora, pasa esto.

Hacía tiempo que una noticia no me golpeaba tan fuerte. Intento no ver las noticias e informaciones respecto al suceso porque realmente lo paso mal, y me refiero a nivel físico. Así que intento distanciarme, pero es imposible.

Lo peor es la impotencia. Ojalá pudiera hacer algo. He escrito a mis amigos japoneses para mandarles ánimos y todo mi cariño. Pero, obviamente, eso y nada es lo mismo, ¿qué puede hacer alguien como yo ante algo de tal magnitud? Absolutamente nada. Y eso también me afecta.

Por suerte, si por algo adoro a los japoneses es por su capacidad para superar grandes e inenarrables desastres como éste. Ojalá el sufrimiento sea lo más pasajero posible y pronto las cosas vuelvan a la normalidad para la que es sin duda (para mí) la gente más maravillosa del mundo.

Ellos siempre han sabido como nadie convertir sus tragedias en arte.

Esperemos que en breve todo esto sea menos tragedia y más arte.

Un abrazo muy fuerte a todos los japoneses y japonesas que lean esto.

抱擁

viernes, 4 de marzo de 2011

La semilla inmortal

La gran mayoría de las películas que vemos están basadas en relatos previos. Prácticamente pienses en la película que pienses hay un relato, cuento u obra precedente que es la raíz de esa película. No lo digo yo, es algo que está bastante estudiado y sobre lo que se han escrito multitud de obras (al respecto te recomiendo “La semilla inmortal”). “Inteligencia Artificial” de Spielberg es Pinocho, “El Orfanato” es Peter Pan, “Matrix” es Alicia en el País de las Maravillas, “Black Swan” es... claro, obviamente, El Lago de los Cisnes.

¿Y “La Red Social”?

Pues, obviamente, “Fausto”. Y es que ésta es la historia de un hombre que vende su alma al diablo para tener el mundo a sus pies... con el fin de lograr el amor de la mujer que ama. En este caso Mefistófeles está representado por Sean Parker (interpretado por Justin Timberlake) y la pobre Gretchen es Erica en el filme (interpretada por Rooney Mara). Por cierto que también hay un personaje llamado Gretchen.

Especialmente significativo es el momento en la discoteca, con imágenes como ésta que no dejan lugar a dudas sobre el carácter de cada personaje. Escena en la que, por cierto, vemos la auténtica motivación de Zuckerberg para vender su alma: la chica. Inundar en esta escena a Parker de colores rojos intensos puede parecer poco sutil pero... es que funciona de maravilla.

lunes, 28 de febrero de 2011

The Social Network

Viendo la gala de los Oscars, donde se supone que están retratadas las mejores películas del pasado año, se confirmó mi idea de que la mejor película del 2010 (para mi gusto) es “La Red Social”. Lo mejor filmado por Fincher hasta la fecha, que ya es decir.

Y es que Fincher ha tendido siempre más por el efectismo que por contar una historia con profundidad. Es cierto que algunas de sus cintas intentaban aportar ideas intelectualmente siginificativas, como la fallida “El Increíble Caso de Benjamin Button” o la espléndida “El Club de la Lucha”, pero en aquellos casos faltaba la mestría de Aaron Sorkin para plasmar en un guión sin fisuras una historia con un potencial ideológico e intelectual que no cediese ante el efectismo visual y pirotécnico de su director.

Pocas películas han retratado mejor la idea de que “en la cumbre se está muy solo”. Se me viene a la cabeza “Match Point”, de Woody Allen, que también acababa con ese gran plano final del emperador mirando el mundo desde lo alto, con todo a su alcance... pero vacío por dentro. En “La Red Social” esa repetición de la tecla F5 es tal vez más cruel con el protagonista, si cabe.

En este caso basándose en un dios real, Mark Zuckerberg, el hombre más rico de la Tierra. ¿Qué mejor que usarlo a él como paradigma de lo que supone llegar a lo más alto y las consecuencias de ello? Aunque “La red social” no habla tanto de las consecuencias como de las razones para llegar allí.

Y es que Zuckerberg sólo se mueve por amor. Sí. Este paradigma de hombre frío e insensible es movido única y exclusivamente por amor. Todo lo hace por ELLA. Ella es el origen y el fin de todo.

En el maravilloso inicio, en esa escena de la que todo el mundo habla, se detona todo. Ella lo deja. Todo lo que hará el protagonista a partir de ahí será para recuperarla. Primero, por despecho, ofendido y dolido por este abandono (que en el diálogo inicial tratará de rectificar sin éxito), crea ese web de comparación de féminas.

Y luego... todo un imperio.

Todo por ella.

Zuckerberg es un hombre con dificultades para expresar sus emociones, y esto le hace perder al gran amor de su vida. Tratará de “comprar” ese amor de vuelta de forma material. Pero sólo conseguirá convertirse en el hombre más rico del mundo y tener a cualquier mujer (y hombre) a su disposición. Pero no a ELLA.

Ella aparece al inicio (detonante de la historia), a la mitad (cuando él está ya arriba pero ella lo sigue viendo “abajo”)... y al final, ya convertida en un mero perfil que no está al alcance del gran magnate. Lo tiene todo, pero en realidad no tiene nada. Porque su objetivo real, el último fin por el que lo ha hecho todo, no lo consigue. Y ahí está, pulsando el F5. Es el último recurso que le queda. Ha hecho de todo, y ya sólo le queda pulsar una tecla infinitas veces para ver si así consigue que ella, al menos, lo agregue en su Facebook. Ni siquiera en la red social que él mismo ha creado la puede tener. Y es que el amor “ni se compra ni se vende”, como dice la copla.

Así las cosas, cada detalle, cada escena, cada palabra de diálogo, ¡todo! está vinculado a esta premisa. El hecho de putear a los del “club de remo” ya aparece en el diálogo inicial donde sale a relucir el gusto de ella por esos clubes. Él no perteneció a uno de esos clubes, ¿es ésa una de las razones por la que ella lo dejó?

Cada palabra de reproche que ella le lanza en la primera escena, en la que lo abandona, tendrá resonancias místicas a lo largo del resto de la película.

Esto en el apartado de Aaron Sorkin, ganador del merecido Oscar, que luego Fincher coge esta maravillosa historia y hace lo que mejor sabe: ponerle imágenes. Cada plano está al servicio de la historia, sin istridencias, sin histrionismos. Cada plano responde a “¿sirve para contar la historia? ¿aporta algo a la narratividad?”. Sólo la escena de la regata ya le da mil vueltas a toda la realización de “El Discurso del Rey” pero es que la película es un compendio de buen hacer: el montaje (también con merecido Oscar); la banda sonora (otros que tal), una de las más interesantes y complejas que yo haya escuchado; la fotografía (aún no me puedo creer que esto esté rodado con la Red One); los actores...

Porque, digan lo que digan, los actores están soberbios. Todos. Empezando por Jesse y siguiendo con Superman. Hasta el rapero guaperas éste está que se sale haciendo se sí mismo.

Claro que con ese guión, con esos diálogos y con esa historia, hacerlo mal hubiera sido pecado capital (anda, mira, como en Se7en, que bien traído).

En fin, por todo esto (y más, pero esta entrada ya es bastante coñazo) pienso que “La Red Social” debía haber ganado más premios en los Oscars. Aunque bueno, fue la gran triunfadora de los Globos de Oro y tampoco es que le hayan faltado reconocimientos a la cinta.

jueves, 24 de febrero de 2011

Musicales demenciales

Rambo: the musical.

¡Esta canción mola! ¡No puedo parar de escucharla!

RoboCop: The Musical

Dios, ¡esta canción también me gusta! ¿Qué coño me pasa?

Schindler's List: The Musical

Si no has llorado con esto, es que no tienes corazón.

Fatal Attraction: The Musical

Quien haya hecho todo esto conoce perfectamente la estructura tanto musical como narrativa de los musicales de Broadway. Todos los clichés están aquí.

Conan the Barbarian: The Musical

La letra (como las anteriores) es digna de museo.


Commando: The Musical

Total Recall: The Musical

Curioso cómo usan en todos los temas la banda sonora original del filme intercalada en la canción.

Terminator 2: The Opera

Y un bonus por haber llegado hasta aquí: el acto II de

Schindler's List: The Musical

lunes, 14 de febrero de 2011

jueves, 10 de febrero de 2011

Y ahora el 2011

Total, que aquí ando de nuevo trabajando en la tele. Lo cual me quita bastante tiempo, de modo que no puedo seguir mi terapia de series a cascoporro con la que me atiborro en mis épocas de mayor asueto.

Lo cual no quita para que las noches se hagan más cortas compilando capítulo tras cpaítulo en mi televisor, que ya debe echar en falta algún partido de wáter polo o de petanca, pero él ya sabía lo que había cuando decidió venirse a vivir conmigo. Yo nunca le engañé sobre mis verdaderas intenciones.

Total, que últimamente he visto pocas series, pero de lo poco que he visto quiero destacar alguna que otra cosilla.

Por encima de todo, “Luther”, otra maravilla inglesa (sí, de la BBC, ésa cadena que usa cámaras digitales, desenfoca los bordes de la pantalla y pone siempre a los sujetos en una esquinita del encuadre). Lo mejor es su guión, espléndido como pocos. De hecho, más que una serie es como una película en seis partes, ya que todo está milimétricamente medido: cada decisión del capítulo uno o dos resuelve con maestría acontecimientos del cinco o el seis. Una gozada, vamos.

“The Big C” es otra de esas series nacidas para ganar premios... merecidos. Especialmente para su protagonista, Laura Linney, que hace un cínico retrato de una mujer con cáncer con el que es imposible no emocionarse. Especialmente emotivo es el último capítulo.

Y nada, yo sigo escribiendo guiones para la tele, esa cosa que ocupa medio salón y que tantas alegrías nos da.

Eah, con dió.