viernes, 25 de marzo de 2011

Guiones y música

Lo de escribir escuchando música es lo que tiene. Pasado el tiempo, escuchas una canción y, de pronto, tienes un flashback a aquella época en que te afanabas en dialogar a una niña repelente o hacer avanzar una trama absurda y sin sentido que te traía por la calle de la amargura. Hoy me ha pasado, de pronto en mi mp3 han saltado los Dover y mi cabeza se llenaba de personajes animados. Y es que Dover era lo que escuchaba cuando escribía los capítulos de la serie “Evita Percances”. “KiaN” la escribí escuchando a Clint Mansell, y a su tema Dead Reckoning debo la inspiración para el clímax de la película. Para "Ánimas” me acompañaron los Tokyo Hotel y el guión de “Cielo sin ángeles” lo escribí con ABBA de fondo. Fíjate cuánto eclecticismo.

sábado, 12 de marzo de 2011

Japón

Desde siempre he admirado profundamente a los japoneses. Son la población y la cultura que más admiro del planeta. De hecho, en mi adolescencia empecé a estudiar japonés y uno de mis deseos es terminar viviendo algún día en aquel país.

Su arte, sus costumbres y, sobre todo, la personalidad general de esta gente siempre me ha asombrado así como su enorme capacidad vital.

Y ahora, pasa esto.

Hacía tiempo que una noticia no me golpeaba tan fuerte. Intento no ver las noticias e informaciones respecto al suceso porque realmente lo paso mal, y me refiero a nivel físico. Así que intento distanciarme, pero es imposible.

Lo peor es la impotencia. Ojalá pudiera hacer algo. He escrito a mis amigos japoneses para mandarles ánimos y todo mi cariño. Pero, obviamente, eso y nada es lo mismo, ¿qué puede hacer alguien como yo ante algo de tal magnitud? Absolutamente nada. Y eso también me afecta.

Por suerte, si por algo adoro a los japoneses es por su capacidad para superar grandes e inenarrables desastres como éste. Ojalá el sufrimiento sea lo más pasajero posible y pronto las cosas vuelvan a la normalidad para la que es sin duda (para mí) la gente más maravillosa del mundo.

Ellos siempre han sabido como nadie convertir sus tragedias en arte.

Esperemos que en breve todo esto sea menos tragedia y más arte.

Un abrazo muy fuerte a todos los japoneses y japonesas que lean esto.

抱擁

viernes, 4 de marzo de 2011

La semilla inmortal

La gran mayoría de las películas que vemos están basadas en relatos previos. Prácticamente pienses en la película que pienses hay un relato, cuento u obra precedente que es la raíz de esa película. No lo digo yo, es algo que está bastante estudiado y sobre lo que se han escrito multitud de obras (al respecto te recomiendo “La semilla inmortal”). “Inteligencia Artificial” de Spielberg es Pinocho, “El Orfanato” es Peter Pan, “Matrix” es Alicia en el País de las Maravillas, “Black Swan” es... claro, obviamente, El Lago de los Cisnes.

¿Y “La Red Social”?

Pues, obviamente, “Fausto”. Y es que ésta es la historia de un hombre que vende su alma al diablo para tener el mundo a sus pies... con el fin de lograr el amor de la mujer que ama. En este caso Mefistófeles está representado por Sean Parker (interpretado por Justin Timberlake) y la pobre Gretchen es Erica en el filme (interpretada por Rooney Mara). Por cierto que también hay un personaje llamado Gretchen.

Especialmente significativo es el momento en la discoteca, con imágenes como ésta que no dejan lugar a dudas sobre el carácter de cada personaje. Escena en la que, por cierto, vemos la auténtica motivación de Zuckerberg para vender su alma: la chica. Inundar en esta escena a Parker de colores rojos intensos puede parecer poco sutil pero... es que funciona de maravilla.