jueves, 27 de diciembre de 2012

Y para acabar el año...


Resulta que este mes la revista de la Academia de Cine dedica una página a hablar de nuestra peliculita. No está mal, ahora, a ver si la acabamos. ¡Feliz Año Nuevo!

martes, 25 de diciembre de 2012

sábado, 22 de diciembre de 2012

21 de diciembre

Esta semana se ha estrenado mi primer gran musical como compositor.

Bueno, estrenado. Ésa no es la palabra adecuada, se ha presentado.

Lo cierto es que era un ensayo con público.

Joder, sí que se ha devirtuado la cosa en tres frases, de "estreno" a "ensayo". Pero es que en principio la cosa se vendió como estreno pero al final nos pilló el toro y vimos que iba a ser imposible llegar a la fecha con todo acabado, de manera que en lugar de suspender se decidió mostrar lo que había.

Una experiencia curiosa, y deseando estoy de ver el estreno definitivo, ya que la cosa promete, y seguro que cuando los micros funcionen, la escenografía esté acabada, los músicos hayan ensayado y el atrezzo no se rompa en pedazos, seguro que estaremos ante un gran musical.

Al tiempo.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

El mentidero mundial



Estimados marcianos y marcianas, sean bienvenidos a nuestro planeta. Lo primero que habrán observado, además de las dificultades para encontrar plaza de aparcamiento para sus OVNIs, es que por lo general los seres humanos somos las criaturas más mentirosas sobre la faz de este planeta. Si esto es así, podemos partir de que todo lo que voy a decir va a ser mentira. Es más, lo que he dicho hasta ahora también puede serlo y en estos precisos instantes, amigo lector, esto que está usted leyendo también puede ser una solemne patraña.

Y es que desde que el mundo es mundo, así redondo y mojado, el ser humano ha hecho de la mentira una de sus artes más celebradas y aplaudidas. Por eso, estimado marciano, conocer a la Humanidad es conocer su arte de contar mentiras, a la sazón conocido como “dramaturgia”.

Esto de la dramaturgia consiste, básicamente, en eso: en contar mentiras. Nosotros mismos nos dimos cuenta de que somos excelsos en demasía en tal virtud de manera que grandes e ilustres mentirosos trabajaron en tratados para enseñar a otros cómo mentir de forma creíble y verosímil. Porque, claro, mentir lo hace cualquiera, pero mentir bien y hacer que el que oye la mentira se la crea, eso requiere destreza y maestría sin par.

A lo largo de la historia de nuestra raza ha habido grandes mentirosos: Sófocles, Shakespeare, Lope de Vega, Ibsen, Strindberg, Chiquito de la Calzada... todas estas nobles gentes dedicaron su vida y se ganaron el pan haciendo una única cosa: contando mentiras.

Pero tal es nuestro afán por mentir que hasta mentimos poniendo a la mentira otro nombre o eufemismo. Llamamos a la mentira “teatro” cuando se realiza por mentirosos ante un público de señores y señoras que quieren que les cuenten en directo y de viva voz la mentira. Si cogemos la mentira y la enlatamos para que las gentes puedan ser mentidas en casa lo llamamos “televisión”. Y luego hay un pequeño e irreductible grupo que prefiere ser mentido en una sala oscura mientras miran como lelos a una gran tela estirada de color blanco iluminada desde lejos. A esa clase de mentira se la llama “cine”.

Aunque ya vemos que son muchos los medios por los que se desplazan las mentiras en nuestro planeta, todas ellas tienen una cosa en común: cuanto mejor mintamos, esto es, cuanto más consigamos que el espectador “se crea” nuestra mentira, mayor destreza poseeremos en el noble arte de la mentira o “dramaturgia”.

Sean ustedes bienvenidos y bienmentidos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Perspectiva

Todas las cosas, vistas en perspectiva, tampoco son tan malas. Hasta las peores.

Pero claro, eso lo pienso ahora, que veo las cosas en perspectiva.

Siempre quise dedicarme a escribir. Con apenas nueve o diez años manchaba de tinta las páginas de cuadernos con relatos e historias. No eran originales, a esa edad me dedicaba a "novelizar" las películas que me gustaban. Por ejemplo, una película que seguramente ahora me horrorizaría (o peor, me haría una gracia tremenda a pesar de pretender ser de terror) llamada"Los Ojos del Gato". Me encantaba. Y me dediqué a transcribirla en mi cuaderno escena por escena. Además, la sazonaba con bonitos dibujos hechos a bolígrafo. Porque, con nueve o diez años, un libro no tiene sentido si no trae dibujos.

Pocos años después, creo que con once o doce años (vale, el salto no ha sido muy grande que digamos), me regalaron mi primera videocámara y entonces me dediqué a escribir guiones que luego grababa con mis amigos y mis primos (porque cuando somos pequeños los mejores amigos son siempre los primos).

No conservo prácticamente nada de todo aquello, ni los cuadernos ni los guiones ni los cortos. Y tal vez sea lo mejor. Hay cosas qie están mucho mejor en el recuerdo. Como "Los Ojos del Gato".

Ahora sí voy a dar un salto. A los veintiún años ya escribía de forma habitual y coseché mis primeros premios como autor teatral que me permitieron entrar en el mundo del guionismo (sí, suena ridículo, pero se llama así la cosa). Escribía por aquella época culebrones y programas de televisión y me sentía el tío más afortunado del mundo.

Pero claro, cuando escribes para el medio audiovisual, la Meca es el largometraje. Y por suerte no tardó en llegar el primer encargo de uno. Éramos dos guionistas, aunque luego en la película los créditos de guión estaban llenos de gente. Entre el script editor, que era un señor que simplemente leía el guión y nos decía lo malos que éramos, o el autor de la historia que por lo visto era el director aunque yo jamás llegué ni a conocerle, y así varios nombres de gente que jamás estuvo en ninguna de las sesiones que nos pegábamos mi compañero y yo escribiendo hasta las tantas.

La película resultante fue tan tremendamente mala que durante muchos años ni la incluí en mi currículum.

Tan avergonzado estaba de aquel trabajo por encargo que acabé convencido de que si quería hacer algo que al menos me gustase a mí, iba a tener que hacerlo por mi cuenta y riesgo, sin rendir cuentas a nadie, ni a script editors ni a directores.

Así fue como, durante muchos años de escribir basura televisiva y alguna que otra pieza de la que sí me siento satisfecho, pude ahorrar el dinero suficiente para montar una productora junto a un par de compañeras con las que siempre he trabajado y espero seguir haciéndolo muchos años.

Así, ya creíamos estar listos para hacer algo que, al menos, no nos diese vergüenza mostrar o incluir en el currículum. ¿Un corto? ¿Una serie? Como no queríamos empezar la casa por el tejado nos decidimos por algo más o menos sencillo y baratito, y como estaban de moda las webseries, allá que produjimos una.

Y así nació el primer hijo de nuestra productora, una webserie musical de siete capítulos de animación hecha con muy pocos medios (como todas) y mucho cariño (también como todas). Pensábamos que siendo lo primero que producíamos, escribíamos, dirigíamos y hasta componíamos, sólo el hecho de acabarla y sacarla a la luz sería ya un logro en sí. Pero tuvimos la gran fortuna de que una cadena de televisión nacional se interesó por ella y la emitió. Por supuesto, estábamos tan contentos con haberla endosado a una televisión que no se nos ocurrió ni leer el contrato antes de firmarlo. En resumen, simplemente diré que a día de hoy todavía no he visto un euro por aquella "venta". Pero oye, la vio mucha gente y hasta me invitaron a una fiesta de la cadena.

¿Y qué sería lo siguente?

Ya habíamos hecho varios cortos y habíamos escrito y dirigido varios documentales con más o menos acierto, pero yo aún tenía clavada la espinita del largometraje. Sí, había escrito algunos y uno de ellos incluso se había producido y emitido tropecientas veces en televisión, pero sentía que este terreno aún era una asignatura pendiente.

Eso sí, debía de ser un largometraje de presupuesto ínfimo dado que nuestra productora era pequeña tirando a lo microscópico. Una única localización, pocos personajes, sólo dos semanas de rodaje... con estas premisas me puse a escribir un guión que tras varias versiones y no pocos altibajos acabó siendo la obra más personal de cuantas he escrito hasta la fecha. Justo lo que buscábamos, si nos íbamos a embarcar en una aventura semejante, al menos que fuese para contar algo que de verdad nos interesase y con lo que nos sintiéramos identificados.

Y así rodamos nuestra primera película, fruto de la inconsciencia y de la locura. Si en el equipo no hubiésemos estado todos tocados de la cabeza, seguramente nunca se hubiera hecho, porque sólo había que mirar el proyecto por encima para darse cuenta de que aquello estaba cogido con pinzas y las posibilidades de éxito eran de una contra mil millones (este tipo de comparaciones la aprendí de C-3PO). No fueron pocas las ocasiones en que estuvimos a punto de tirar la toalla y abandonar el proyecto, pero como digo, éramos lo suficientemente inconscientes y lunáticos para seguir adelante con un proyecto que nos supuso una auténtica ruina económica pero de una gran riqueza personal y artística.

En otro post contaré más detalles sobre su consecución, sobre el  milagroso casting, sobre los 10 kilos que perdí, sobre la gran verdad que hay tras el tópico de "ni niños ni animales"; pero por ahora simplemente diré que ha sido una de las experiencias más dura, hermosa, agotadora, gratificante y, en suma, maravillosa de toda mi vida.

Y ahora, vista en la distancia, aquella peliculita que hice con veintiún años tampoco estaba tan mal. Seguramente gracias a aquella, existe ésta otra.

Si es que todas las cosas, vistas en perspectiva, tampoco son tan malas.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Leeloo


     De todos los personajes de ficción, siento decir que uno de los que más me fascina es Leeloominailanekuatepalaminatae Epapteseba, Leeloo para los amigos.


     Ya de por sí soy de las pocas personas que conozco al que le fascina esta película de Luc Besson, El Quinto Elemento, donde hace su aparición la más memorable creación de Milla Jovovich. La estética general de la película es alucinante, y concretamente todo lo que envuelve a Leeloo, desde el vestuario, al peinado o cada una de sus frases, me parece maravilloso, de lo mejor que ha hecho Luc Besson (con permiso de León, el profesional). Y aquí estoy hoy para rendirle mi humilde homenaje a un personaje que, por más años que pasen, me sigue embelesando como pocos. Gracias Luc, por este gran regalo.


"¡Leeloo Dallas Multipase!"

                      "Tú no apuros. Yo quinto  elemento. Ser supremo. Yo proteger a ti. Duerme."

"Los humanos sois muy extraños, todo lo que creáis lo usáis para destruir."





miércoles, 19 de septiembre de 2012

lunes, 30 de julio de 2012

El logo


     Nuestra productora se llama Acheron Films (pronunciado "áqueron films") y éste es su logo.

     ¿Por qué?

     Acheron es el nombre con el que James Cameron llamó al planeta donde se ubica la acción de su película Aliens (y por tanto es el planeta donde llega el Nostromo en Alien). Aunque el nombre científico del planeta es LV-426 (sea lo que sea eso) Cameron lo rebautizó por Acheron, el río que hay que cruzar para llegar al infierno, referido en La Divina Comedia de Dante, cuyo barquero Caronte debe ser pagado para que nos cruce. Alien y Aliens, de mis películas favoritas y La Divina Comedia, uno de los libros que más me ha impactado. Todo unido en un único nombre.

     ¿Y el logo? Pues es, obviamente, el planeta Acheron, según aparece en la película Alien, de Ridley Scott.

     Eah, pues eso.

domingo, 27 de mayo de 2012

Documentales

Dos nuevos documentales, si todo va bien, estrenaremos este año. Y los dos los co-dirijo, que ya me hago mayor para tener que hacer tanto trabajo yo solo. El primero éste, para La Zanfoña, sobre el 20 aniversario de la Expo'92 (mayor me hago, por dios) y que se puede ver en la web de Canal Sur:


El otro ya me lleva un año de trabajo y aún no sé cuándo lo acabaremos. Rodado está, sólo falta la postproducción, pero se está alargando más de lo previsto. Eso sí, por trailers no será, que ya tenemos otro y todo:




miércoles, 9 de mayo de 2012

miércoles, 2 de mayo de 2012

Twin Peaks


 ¿Qué pasó con Twin Peaks? ¿Por qué la primera gran serie jamás poducida perdió fuelle espantando a muchos de sus seguidores hasta que tuvo que ser cancelada al final de la segunda temporada?

La primera temporada es impecable. Cada capítulo es una joya, una obra maestra. Para mi gusto, aún no se ha superado esta soberbia muestra de maestría y genialidad como nunca antes se había visto en la pequeña pantalla.

La segunda temporada empezaba al mismo nivel, con un primer capítulo de temporada magistral. Sin embargo, sus autores decidieron que habían tenido suficiente. Mark Frost y David Lynch dejaron la serie en manos de nuevos guionistas y realizadores para embarcarse en nuevos proyectos. Cerraron la trama principal, el asesinato de Laura Palmer, con la detención y muerte de su asesino (obligados por la cadena, por cierto) y dejaron sembrada la que ellos pretendían que fuera la nueva gran trama, el enfrentamiento entre Cooper y Windom Earl.

Sin embargo, los nuevos guionistas no entendieron nada. Se dejaron llevar por el género al que Twin Peaks pertenece, la soap opera, y comenzaron a desarrollar tramas como la femme fatale que atrapa a James Hurley o el enamoramiento entre Mike y Nadine. Puro culebrón. Simplemente pensaron que Twin Peaks era una telenovela "rara". Y, encima, se olvidaron de Windom Earl, la trama que dejaron sembrada sus creadores originales.

Este desaguisado duró cinco o seis capítulos. Lynch y Frost tuvieron que regresar y retomar la batuta de la serie antes de que se hundiese del todo. Pero ya era tarde: sus fans, decepcionados, habían abandonado la serie y las críticas se volvieron tremendamente duras.

En efecto, en los últimos capítulos, la serie vuelve a elevar su interés, los personajes dejan de hacer estupideces sin sentido (por no entender los anteriores guionistas que los personajes no hacían cosas raras simplemente por azar o por dar la nota) y todo vuelve a coger empaque, ya que, en efecto, la trama de Windom Earl, si bien no está a la altura de la soberbia trama de Laura Palmer, al menos es mucho más enigmática e interesante que las pamplinas que tuvimos que aguantar durante seis destartalados capítulos.

Y así acabó la que fue la primera gran serie de la televisión.

Una pena.

martes, 24 de abril de 2012

Abril de 2012

Total, tres meses sin escribir nada por aquí. Es lo que tiene abonarse a trece millones de redes sociales (Facebook, Twitter, LinkedIn, Google+ y alguna que otra que ahora no recuerdo), que uno ya no recuerda que tenía un blog. ¿Y qué ha pasado en este ratito? Pues no mucho. Terminando estamos los dos documentales que este año he dirigido, uno que se emite el miércoles 25 de abril y otro que aún no tiene fecha porque ni lo hemos acabado aún.

Y resulta que Acheron Films sigue avanzando: Antena 3 se hizo con los derechos de Treintañeros, así que ahora nuestros muñequitos se pueden ver en su web www.antena3.com. Pensábamos que la serie ya había pasado a mejor vida pero si las cosas van bien lo mismo hasta hacemos una segunda temporada. Si es así, el objetivo es hacer ahora la animación con algo que no sea Go!Animate (prometido) y sin pasar de los 5 minutos por episodio.

Y esta semana es mi cumpleaños, que espero pasar en Londres, viendo ese musical tan moña que es Ghost, pero que a mí me encanta. 


Una pena que aún no hayan llevado a Londres Book of Mormons.







martes, 10 de enero de 2012

Acheron Films

El pasado año fue tan profuso en proyectos que necesitaría varias entradas para hablar de todos ellos. Pero creo que sin duda el más destacable fue la locura de embarcarme en crear mi propia empresa. Y audiovisual, para más señas. Sí, estoy para medicarme.

Acheron Films, que es como se llama (se pronuncia Áqueron Films), comenzó su andadura en verano y su primer producto fue una serie de animación que si andas por aquí ya debes de conocer porque estoy bastante pesadito con ella. A ver, es lo primero que produzco, ¿qué esperabas?

En efecto, Treintañeros.

Se trataba de un guión de esos que andaban cogiendo polvo en el cajón y que decidimos desempolvar para convertir en algo con muñequitos moviéndose y hablando (y cantando, sí, lo siento).

Por supuesto, las reacciones fueron de todo tipo. Al estar dirigida a un público muy, muy limitado (geeks, frikis y que, además, les gustasen los musicales) no fue del gusto de todo el mundo. Además, el casi inexistente presupuesto hacía que las posibilidades en cuanto a la animación (realizada con un programa muy básico que circula por internet de forma gratuita y a partir de presets) fuesen muy limitadas, lo cual también nos trajo alguna que otra crítica.

Lo bueno es que a quien le gustaba, parecía gustarle mucho.

Así, el perfil en Twitter de Mila en poco tiempo creció hasta que en la fecha de hoy (que mañana cambiará porque crece todos los días) ya anda por unos 3.400. Y es que Mila ha sido realmente el gran baluarte de la serie. Un personaje que, por alguna razón, ha conseguido calar en miles de personas hasta el punto de que le hicieron hasta su propio club de fans (la serie no tiene club de fans, pero ella sí, ya ves qué cosas).

No voy a aclarar aquí quién es Mila en realidad ya que detrás de todos los personajes de la serie hay personas reales y como no les he pedido permiso, prefiero no mencionarlos aquí y ahora. Pero seguramente lo haré. Algún día.

Por otro lado, la página Facebook de la serie va por los 1.480 fans, y sigue creciendo también.

Lo que más nos sorprendió del asunto fue el impacto en la prensa y en los medios. Creímos que sin community managers, sin presupuestos, sin planes de comunicación ni nada, dar a conocer la serie iba a ser casi imposible, pero al final tuvo más repercusión de la esperada.


Además, esta misma semana el blog de El País no sólo hablaba de la serie, sino que incluía el primer capítulo dentro del reportaje.

Y con todo esto nació la productora. Poquito a poco, eso sí.

Por cierto que si quieres estar al día de las cositas que hacemos en Acheron Films apúntate a nuestra página de Facebook. Además de la serie, hemos hecho un par de vídeos publicitarios como éste:



Y ahora andamos preparando nuevos y (quizás demasiado) ambiciosos proyectos.

Ya veremos qué pasa...

lunes, 9 de enero de 2012

Remote Control

Este vídeo no es nada nuevo, pero resulta tan interesante que he decidido postearlo hoy.

Pongámonos en situación: Alan Silvestri es contratado para componer la banda sonora de Piratas del Caribe, pero sus primeras maquetas no terminan de convencer a los productores y, en el último momento, deciden poner la música en manos de Remote Control, la empresa de Hans Zimmer. Zimmer es un gran amigo del director y del productor, pero está comprometido y tiene un contrato para trabajar al 100% en otro proyecto, por lo que "en el papel" él no será el compositor de la música, sólo la supervisará, siendo el compositor "oficial" de la banda sonora el alemnán Klaus Badelt, uno de los compositores en plantilla de Remote Control.

Pero el tiempo apremia, tienen menos de un mes para hacer más de dos horas de música y que, además, convenza a los quisquillosos productores. Es por ello que aunque Badelt es el compositor acreditado, Zimmer pone a todos sus compositores (más de quince) y a sí mismo en la elaboración de este trabajo.

En medio de esta locura llegan a Remote Control John Carpenter y Franka Potente para elaborar un vídeo para el canal Arte sobre el trabajo en Remote Control.

Ésa es la pieza que adjunto abajo.

Zimmer y sus compis están mostrando a los supervisores musicales de la película una de las piezas cuando éste debe ausentarse para atender a los invitados y mostrarles los estudios, incluyendo los de el propio Badelt y otros como el brasileño Heitor Pereira.

Aquí va esto...